Lejos del pesimismo que el sector privado ha expresado sobre el rumbo de la economía ante la falta de certidumbre política, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público estima que tras una caída del dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el próximo año la economía recuperará el crecimiento y se mantendrá así pero sin alcanzar el cinco por ciento de los últimos años.
Según el documento “Lineamientos de política para la formulación del proyecto de Presupuesto General de la República y del marco presupuestario de mediano plazo 2020-2023”, el PIB caerá este año dos por ciento, el cual estaría por debajo del cinco por ciento que hasta ahora mantiene el Fondo Monetario Internacional (FMI) y entre 5.4 y 6.8 por ciento que prevé la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Las metas apuntan a que el PIB crecerá entre 2 y 3.5 por ciento en los próximos cuatro años a partir del 2020. La apuesta del régimen de Daniel Ortega, que mantiene un constante asedio contra los opositores, es volver a traer capital fresco, es decir inversión extranjera, así como mantener controlado el gasto público y buscar financiamiento externo, incluido el no concesional. El ejecutivo admite que con los organismos financieros multilaterales tiene asegurado recursos hasta 2025.
Se ha “identificado otras ofertas de préstamos no convencionales para apoyar la reactivación de la economía”, indica.
En la política no se explicó cómo el régimen pretende recobrar la confianza del sector privado, pero asegura que ya hay dos fuertes inversiones internacionales interesadas en Nicaragua. El Ejecutivo espera la llegada de una inversión israelí en el campo de la energía solar con una inversión de cien millones de dólares.
También prevé que en la zona franca aterrice el grupo Wangler, quien estaría cerrando operaciones en México y trasladándose a Nicaragua, donde planifica invertir unos setecientos millones de dólares. De ambas inversiones, el Ejecutivo no da mayor información en el documento oficial.
“Estas nuevas inversiones estimulan la recuperación en el corto plazo de la dinámica de la Inversión Extranjera Directa que el país había presentado hasta 2018 y dan una señal inequívoca que las reglas y oportunidades para las inversionistas no han cambiado y son respetadas por el Gobierno”, asegura Hacienda.
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Ese discurso de recuperación, no obstante, no se muestran en los números de ejecución presupuestaria que el mismo ministerio divulgó en la primera mitad del año, donde se reflejan que pese a la brutal reforma tributaria, la recaudación en términos constante está en negativo.
El sector privado, representado principalmente por el gran capital, se mantiene distanciado del régimen —a quien le reclama cambios democráticos para recuperar la confianza—, lo que de entrada pone obstáculo para las metas oficiales, que también se ven amenazadas por las sanciones internacionales.
El régimen de Ortega ancla sus expectativas de recuperación económica también en actividades como agricultura, pecuario, energía y agua, que se encuentran en positivo, mientras que el resto sigue en el terreno negativo.
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Buscarán reactivar el crédito
El régimen de Ortega también en sus lineamientos económicos del próximo año habla de impulsar medidas para que el sistema financiero reactive el crédito, las cuales serán elaboradas por el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, sin dar mayores detalles.
La prioridad de esas políticas será reactivar el financiamiento principalmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, indica.