Colocar banderas de Nicaragua y pintar la cuneta con los colores azul y blanco de la patria, donde se ubican las cruces en memoria de Hammer García y Richard Pavón, ambos asesinados por la represión de la policía orteguista con el apoyo de parapoliciales financiados por el régimen, en el contexto de las protestas cívicas de abril del 2018, provocó la movilización de dos patrullas policiales en Tipitapa, con unos diez agentes armados.
Los familiares de los jóvenes asesinados no ceden en su demanda de justicia; y aseguran que es lamentable que en Nicaragua no se les permitan expresarse y sean asediados por la Policía Orteguista.
LAPRENSA/ Jader Flores
“Sabiendo de que ellos supuestamente andan poniendo la bandera azul y blanco, después que se ensañaron y la llenaron de tanta sangre. Ahora que nosotros que pedimos justicia, es inconcebible ver cómo nos reprimen”, expresó Carlos Pavón, padre de Richard.
Familiares de Hammer Garcia, víctima de violencia estatal, siguen demandando justicia. Este pequeño acto en memoria de Hammer provocó que dos patrullas policiales llegaran al lugar. @laprensa pic.twitter.com/dXPBzZS5jE
— Cinthya Torrez (@cinthyabri) September 1, 2019
Después que en la misa celebrada en la iglesia San José de Tipitapa se recordara la memoria de Pavón y García, sus familiares se dispusieron a limpiar y pintar la cuneta donde están ubicadas las cruces de las víctimas, de forma simbólica, por ser los lugares próximos donde ambos jóvenes cayeron.
Carlos Pavón, padre de Richard Pavón arrancó el monte que rodeaba la cruz pintada en azul y blanco con el nombre de su hijo grabado, mientras que otras personas pintaban el concreto a su alrededor en los mismos colores, y otros, colocaban una bandera sobre la cruz, a la vez, todos gritaban consignas propias de la lucha cívica, principalmente, en demanda de justicia por los asesinados.
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La iniciativa se convirtió en un piquete exprés, que como es costumbre fue asediado por las fuerzas policiales, quienes se quedaron en el lugar, mientras los manifestantes se movieron a otro sector, donde está la cruz de Hammer. En ese sitio, realizaron otro pequeño piquete, y en seguida apareció la Policía, en actitud de intimidación; los oficiales se bajaron de la patrulla y se desplegaron en un costado del templo, donde permanecieron por más de media hora.
Anielka Mendoza tenía los ojos rojos y sus manos temblaban, después que tuvo que apresurar sus pasos para entrar a la Iglesia y resguardarse del asedio policial. Ella llora por su sobrino Hammer, un joven de 19 años, estudiante de un técnico superior en electrónica. “Fue su muerte fatal, una muerte que no puede tener ni perdón ni olvido, una muerte que yo exijo justicia porque era un estudiante universitario, con metas a seguir, pero se me las interrumpieron. Lo que yo exijo es justicia, que haya justicia por él y por todos los asesinados”, expresó.
Reina la impunidad
Richard Pavón se unió a las protestas cívicas en Tipitapa, Sin embargo, fue una de las primeras víctimas de la brutal represión de la dictadura orteguista, el 19 de abril. Sus padres aseguran que las balas que mataron a su hijo salieron de la Alcaldía de Tipitapa, tenía impactos en el pecho, hombro y espalda.
Hammer murió el 20 de abril, recibió un disparo certero en el pecho. Su padre, don Hammer García, asegura que confían en una justicia divina porque la terrenal, mientras este el actual régimen, es difícil. En ambos casos sigue reinando la impunidad.