Dorian, un huracán que alcanzó la máxima categoría 5 al atravesar las Bahamas este fin de semana pasado y tras degradarse a categoría 1 volvió a subir a 2 este sábado, azotaba ya el suroeste de Nueva Escocia, en Canadá, antes de tocar tierra esta noche, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
El centro con sede en Miami emitió alertas de huracán para algunas partes de Nueva Escocia y Terranova. “La seguridad de los canadienses es nuestra principal prioridad y estamos listos para ayudar al Atlántico canadiense tras esta tormenta”, tuiteó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
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En Las Bahamas, Dorian dejó al menos 43 muertos, una cifra que las autoridades esperan aumente “significativamente”.
Aviones, helicópteros y barcos tanto privados como gubernamentales, e incluso cruceros, convergían en las terriblemente maltratadas islas Ábaco para ayudar con las evacuaciones, tanto hacia la capital bahameña de Nassau como a Estados Unidos.
Además, Dorian tocó tierra estadounidense en el cabo Hatteras, en Carolina del Norte, como huracán categoría 1, con vientos de casi 150 kilómetros por hora.
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Hubo algunas inundaciones en la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, y decenas de miles de residentes se quedaron sin electricidad.
Pero no hubo daños importantes en las costas de los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.
Miles de residentes de Estados Unidos, desde el estado de Florida hasta Virginia, temían lo peor de la poderosa tormenta, pero la costa este escapó ilesa en gran medida. Hubo algunas inundaciones en la histórica ciudad de Charleston, Carolina del Sur, y decenas de miles de residentes se quedaron sin electricidad, pero no se informaron daños importantes.