Mohamed Lashtar, sobrino del fallecido dictador libio Muamar Gadafi, es en el funcionario más premiado con cargos diplomáticos de Nicaragua. El régimen orteguista lo nombró como ministro asesor y delegado presidencial para África, Medio Oriente y Países Árabes, con lo que suman cuatro representaciones asignadas en el exterior.
En La Gaceta, Diario Oficial, del 19 de septiembre del 2019, se publicó el Acuerdo Presidencial 142-2019 en el que el dictador Daniel Ortega hace el nuevo nombramiento de Mohamed Lashtar como representante del país en África, Medio Oriente y Países Árabes.
Estas representaciones se suman al de embajador en Kuwait, Emiratos Árabes y ante el reino de Arabia Saudita que ya tiene Lashtar.
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El analista político Eliseo Núñez atribuye a que Lashtar concentre tanto poder en el servicio exterior, a que Ortega centraliza el control del gobierno en sus pocos allegados.
“Ortega tiene una dependencia casi emocional con la familia Gadafi, digo casi porque dudo que Ortega tenga emociones. Ese vínculo fue creado en los años 80 y reforzado en los 90 cuando Gadafi les mantuvo el financiamiento al Frente Sandinista, y sigue considerando a Gadafi como el reflejo de lo que quisiera imponer en Nicaragua”, afirmó Núñez.
Esa afinad política y económica con la familia del dictador Libio, Gadafi -ejecutado por el pueblo en octubre del 2011 luego de haber mantenido una dictadura de 42 años-, según Núñez es por lo que Lashtar ha escalado en la política exterior del régimen orteguista, al punto “de convertirlo en el alguien indispensable” para representarlo en países con lo que la dictadura ha establecido relaciones recientemente.
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Desde el recrudecimiento de la represión de los grupos de choque, parapolicías y la Policía Orteguista (PO) contra las protestas ciudadanas que estallaron en abril del 2018, la dictadura de Ortega se enfrenta a la condena de Naciones Unidas y de la comunidad internacional por los crímenes cometidos contra civiles calificándose de delitos de lesa humanidad.
El país sufre una recesión económica como consecuencia de la crisis sociopolítica y ante la pérdida de la cooperación financiera de los gobiernos, la falta de inversión extranjera y local el régimen de Ortega ha mirado hacia países islámicos y el continente africano en búsqueda de apoyo económico, además de contar con aliados políticos en los foros internacionales donde se denuncias sus abusos contra los nicaragüenses.
Aumenta número de asesores
A pesar de las debilitadas finanzas públicas, Ortega sigue aumentando la burocracia puesto que con el nuevo cargo de Lasthar como su asesor presidencial para África, Medio Oriente y los Países Árabes ya suman 26 los asesores directos del dictador.
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Ortega creó el nuevo cargo a Lasthar reformando el Decreto 71-98 del Reglamento de la Ley de Organización, Competencia y Procedimiento del Poder Ejecutivo (Ley 290). Ese nuevo cargo en la Presidencia se formalizó mediante el Acuerdo Presidencial 21-2019, publicado en La Gaceta, Diario Oficial del 19 de septiembre.