Dos de los equipos más calientes de las Grandes Ligas, estarán cara a cara la noche de este martes (6:00 p.m.) en un juego de vida o muerte. Para uno de ellos los playoffs solo durarán un día.
Los Cerveceros de Milwaukee y los Nacionales de Washington se reúnen en el Nationals Park y solo uno sobrevivirá en el famoso juego de la muerte súbita de los comodines. El ganador enfrentará a los Dodgers de Los Ángeles en las series divisionales de la Liga Nacional.
Además de jugar en casa, los Nacionales tienen una ventaja significativa al disponer de un brazo del nivel de Max Scherzer para este desafío y ante cualquier parpadeo podrían echar mano de Stephen Strasburg o Patrick Corbin. Los Cerveceros, que no tienen un legítimo “as”, confían en la inspiración de Brandon Woodruff.
Scherzer y Woodruff ganaron 11 juegos. No obstante, el estelar tirador de los Nacionales estuvo un rato en el “taller de reparaciones” y en apenas 172.1 entradas abanicó a 243 bateadores, para una frecuencia de 12.7 abanicados cada nueve entradas, la más impresionante del viejo circuito.
Woodruff emergió en la segunda mitad como el brazo más confiable de Milwaukee, que a pesar de la pérdida de su mejor artillero y serio candidato a jugador más valioso, Christian Yelich, cerraron con 13 triunfos en sus últimos 18 juegos.
El fundamento de los Cerveceros es el poder, al finalizar terceros en la Liga Nacional con 250 batazos a las gradas. Yelich pegó 44, pero está fuera, luego Mike Moustakas reunió 35 y en total tuvieron a siete bateadores de 15 o más tablazos.
Los Nacionales, quienes cerraron con ocho victorias al hilo, no se quedan atrás en ofensiva, porque fueron segundos en bateo colectivo con .265 y Antonhy Rendon hizo olvidar a Bryce Harper con una súper temporada de .319 de promedio con 34 vuelacercas y 126 remolques.
Washington anotó 873 carreras, a 13 del líder, los Dodgers.