Ante las denuncias de pobladores de Nandaime, quienes señalaron al Matadero San Martín como foco de malos olores en el municipio, su gerente general Raúl Barrios aclaró que la empresa cumple con estándares internacionales de cuido al ambiente a través del uso de biodigestores y químicos que controlan los olores del estiércol que produce el ganado de engorde.
Según los pobladores hace unos cuatro meses el hedor en todo el casco urbano de Nandaime, municipio de Granada, al oriente de la capital, se intensificó. Es un tufo indescriptible, porque es la mezcla de estiércol, con vísceras en estado de descomposición, describieron pobladores afectados.
“El mal olor es insoportable, no podes comer ni dormir. Hoy (ayer) no se siente porque esperaban visita, limpiaron la casa, pero más tarde veremos ”, comentó Wilfredo Miranda, uno de los pobladores afectados.
Sin embargo, Barrios explicó que el matadero viene desarrollando proyectos amigables con el ambiente desde el 2011 y en el 2016 construyó la planta de biodigestores que procesan a diario de 220 a 240 metros cúbicos de desechos provenientes de la planta y de los corrales, donde hay 18,000 cabezas de ganado de engorde.
Desconocimiento
“La gente por desconocimiento especula. Este sistema es cerrado, no escapa nada. Nosotros aprovechamos el 100 por ciento de los desechos sólidos y líquidos, porque tenemos una planta de tratamiento que separa sólidos de líquidos, los cuáles luego se procesan por separado”, dijo el gerente, mientras hacía un recorrido por la planta de procesamiento de la empresa.
Barrios explicó que los desechos sólidos los transforman en abono orgánico y el gas que emana en el proceso lo ocupan para generar el 90 por ciento de la energía que consumen en la planta, lo que reduce el consumo de combustible fósil y evitan la contaminación del ambiente.
Las personas afectadas están conscientes que el matadero es una fuente primordial de empleo en el municipio (generan 1000 plazas de trabajo permanente) lo que piden es que tengan más control con el hedor que según ellos emana de la planta y de los corrales.
Los ciudadanos se quejan del hedor de las aguas con que riegan los cañales, pero el gerente Barrios, dice que esa agua es tratada en lagunas o pilas de oxidación y que sale sin ningún hedor para volverse a utilizar en los plantíos de caña de azúcar y no tiran nada que contamine a las calles o algún arrollo, a como dicen los pobladores.