Chile, sacudido por la peor explosión social en décadas, representaba hasta ahora un polo de estabilidad política y dinamismo económico en América Latina tras superar 17 años de dictadura (1973-1990).
De Pinochet a Piñera
El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet derrocó a Salvador Allende, el primer presidente marxista electo en Chile en 1970. Rodeado por las fuerzas golpistas, Allende se suicida en el palacio presidencial La Moneda.
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Pinochet lideró el país con puño de hierro durante 17 años. Desautorizado por un plebiscito en 1988, Pinochet cedió el poder en 1990 al demócrata cristiano Patricio Aylwin, elegido democráticamente, aunque siguió al mando de las fuerzas militares hasta 1998. Murió en 2006, sin ser juzgado por los crímenes de su régimen, que dejó más de 3.200 muertos y 38.000 torturados. La socialista Michelle Bachelet, que sufrió torturas durante el régimen militar, se convirtió en la primera mujer presidenta de Chile (2006-2010). Después de un segundo mandato (2014-2018), asumió como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El multimillonario conservador Sebastián Piñera la sucedió como jefe de Estado, a partir del 11 de marzo de 2018.
Laboratorio neoliberal
Pinochet aplicó recetas neoliberales, privatizando gran parte de la salud, la educación y el sistema de pensiones, este último bajo el liderazgo de José Piñera, hermano del actual presidente, que creó el primer modelo de capitalización completamente individual de los trabajadores, con cero aporte patronal.
Chile se vuelca de lleno al sector exportador, convirtiéndose en los años 1980 en el país latinoamericano más atrayente para las inversiones extranjeras. El país es el principal exportador de cobre.
El modelo, cuyos cimientos se mantienen vigentes, produce cifras macroeconómicas envidiadas en América Latina. Este año se espera que el crecimiento alcance el 2,5%, uno de los más elevados en una región en crisis.
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La inflación contenida en 2%, la tasa de pobreza en 8,6% y un ingreso per cápita de más de 20.000 dólares también sobresalen del resto de la región.
Pero el “milagro chileno” tiene una contracara: altos niveles de desigualdad entre sus 18 millones de habitantes; el sistema de pensiones entrega montos de jubilaciones bajísimas; y la salud y la educación tienen costos altísimos.
Escándalos de pedofilia
Conmovido por una serie de escándalos de pedofilia en el seno de la Iglesia Católica, Chile protagonizó en 2018 una controvertida visita del papa Francisco. El papa argentino fue acusado de no haber tomado medidas efectivas sobre estos casos.
Un total de 158 casos de abuso sexual que involucran a 219 miembros de la Iglesia están siendo investigados en el país.
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Estos escándalos han reducido la influencia de la Iglesia en la sociedad chilena, una de las más católicas y conservadoras de América Latina. El divorcio solo se permitió en 2004 y recién en 2017 el país puso fin a casi 30 años de prohibición total del aborto, autorizando la interrupción del embarazo en tres casos: riesgo para la vida de la madre, violación e inviabilidad del feto.
Tierra de terremotos
Este país de 756.950 km2 se extiende sobre 4.300 km desde el desierto de Atacama, en el norte, hasta la Antártida, en el sur, en una estrecha franja de tierra (350 km de ancho máximo), entre el Océano Pacífico y la cordillera de los Andes.
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El país más sísmico del mundo, también sufre tsunamis. En 1960, fue golpeado en Valdivia por un terremoto de magnitud 9.5, el más poderoso jamás registrado, que mató a 5.700 personas. El 27 de febrero de 2010, un fuerte terremoto (8.8 magnitud), seguido de un tsunami, dejó más de 520 muertos. Chile también tiene muchos volcanes activos.
Paraíso de la astronomía
Con cielos despejados la mayor parte del año, en un aire seco y frío, el norte de Chile alberga los telescopios más grandes del mundo. La construcción del telescopio más grande del mundo (ELT) comenzó en mayo de 2017 en el desierto de Atacama bajo los auspicios del Observatorio Europeo Austral (ESO).