El sector lácteo nicaragüense espera este año cerrar con cinco por ciento de crecimiento en exportaciones, pese a las trabas comerciales que aún persisten con Honduras y El Salvador, el impacto de la reforma tributaria y las alzas constantes en la tarifa eléctrica en Nicaragua.
Wilmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislact), explicó que debido a la complejidad de la actividad, en todos los eslabones se han hecho esfuerzos para hacer frente al impacto de la recesión y el cambio climático, lo que les ha permitido que en medio de todos los obstáculos la actividad hasta septiembre de este año contabilice un aumento de dos millones de dólares adicionales en exportaciones.
Según números de Fernández, hasta el 30 de septiembre el sector lácteo había registrado en ingresos por envíos al exterior 122 millones de dólares. Esto se debe, en parte, porque se mantiene estable la producción de leche en el campo, pese a que las acopiadoras han sido impactadas por la reducción de personal como consecuencia de los ajustes fiscales y otros factores.
El representante empresarial consideró que las barreras comerciales que aún persisten y que siguen pesando en el sector. Fernández se refiere a la decisión de Honduras de mantener bloqueado el acceso de la leche nicaragüense a su mercado y ahora la medida de El Salvador de aumentar el número de muestreo al producto que intenta llegar a ese destino.
“Desde hace tres años Honduras nos cerró el mercado para Lala y para Centrolac, no hemos podido resolver ese problema, que es meramente político, no técnico. Cuando hablo de político, me refiero a la parte de gestión de los gobiernos como tal, no a política partidaria”, dijo.
Sobre El Salvador, a raíz del cambio de gobierno, es decir con la llegada de Nayib Bukele, se ha ordenado un aumento en el muestreo de calidad en frontera. “Eso lógicamente genera un problema de mayores costos y menos flujos. De mayores costos, porque los contenedores se mantienen en frontera, eso hace que se desincentive en su momento los flujos comerciales”, explicó.
Para responder a las dificultades y al cese de los envíos a Venezuela, la industria láctea nicaragüense ha tenido que buscar otros mercados, como Belice, Guatemala y Estados Unidos, en estos dos últimos han ampliado su presencia.
La buena andanza de las exportaciones lácteas, no obstante, no ha permitido que el empleo permanezca estable. Debido a la crisis y los fuertes ajustes fiscales en Nicaragua, aunado al aumento del costo de la energía eléctrica, provocaron que la planilla de las cooperativas y las industrias se redujera.
“Producto de la crisis mucha gente está buscando cómo migrar y eso lógicamente trae consecuencias al sector, hay menos presencia de mano de obra, la que está buscando otras alternativas, pero sí el desempeño total del sector está creciente”, dijo.
Lala perdió casi 400 empleos, pero espera recuperación
Al impacto de la crisis no fue ajena la industria láctea Lala. La empresa mexicana, que se muestra optimista con los resultados para este año, debió recortar fuertemente su planilla el año pasado y, según Eduardo José Nieto, director país de la compañía, hasta ahora están comenzando a reactivar las contrataciones.
En los últimos dos meses “hemos contratado unas 30 a 40 personas, obviamente hubo una reestructura grande el año pasado, pero bueno había que reacomodarse, pero ahora estamos todas las semanas contratando gente”.
La reducción el año pasado fue de casi 400 personas, de una planilla superior a los 1,800 trabajadores. “No estamos a los niveles del año pasado, pero sí estamos recuperando las contrataciones”, indicó.
Nieto asegura que la empresa ha logrado adaptarse a la situación de Nicaragua, que ha afectado a muchas compañías. Pese a ello, afirma que las acciones que han tomado “les ha permitido tener un año positivo si se comparan con 2018, que fue un año muy golpeado…por las acciones que hemos tomado estamos creciendo”.
Sobre las inversiones indicó que apuesta es continuar fortaleciendo la presencia en Costa Rica, pero en el caso de Nicaragua será ampliar la red de distribución, lo que está precisamente permitiendo que las contrataciones se reactiven este año.
“Hay una inversión grande en activos que hemos hecho este año y que haremos el otro año, en camiones, y entre más camiones significa más gente que queremos contratar. Y obviamente si las condiciones se prestan vamos a seguir invirtiendo por ese lado”, dijo.
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Sector espera que recorte a las alcaldías no les afecte
El sector lácteo espera que el recorte que se hizo en las transferencias a las alcaldías el próximo año no afecte el estado de los caminos lácteos, porque eso generaría dificultades para acopiar la leche. Indicó que como industria dan algunos apoyos a municipalidades, pero que esto no es suficiente.
“Ojalá, Dios quiera, que esto no se vea reflejado el próximo año en los caminos, que no se pueda circular para acopiar la leche de nuestros productores porque ahí sí habrían problemas”, afirmó Fernández, que señaló que eso se sumaría al impacto de la reforma tributaria y las alzas en la tarifa eléctrica.
El régimen de Daniel Ortega se quedó con un botín de 4,412.12 millones de córdobas que por ley le pertenece a las 153 alcaldías del país, tal como lo establece la Ley de Transferencias Presupuestarias a los Municipios de Nicaragua.
Sin explicar qué figura legal utilizó para pasar por encima de lo que establece la Ley 466 (antes mencionada) el régimen decidió darle a las alcaldías solo el 4 por ciento de los 7,354.06 millones de córdobas que en realidad les correspondía, según se lee en el proyecto de Presupuesto General de la República 2020, que fue llevado la semana pasada a la Asamblea Nacional.
Alistan congreso
Para afrontar la realidad del sector lácteo, la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac) anunció ayer que el 14 y 15 de noviembre realizarán el XVII Congreso Nicaragüense del Sector Lácteo, donde abordarán temas de innovación y tecnología para ser más competitivos.