De las 176 vacas que estaban reunidas en la hacienda Fertimar de la comarca Hato Grande, jurisdicción del municipio Juigalpa, departamento de Chontales, 57 fueron fulminadas por una descarga eléctrica que cayó en la zona. Otras dos fueron lesionadas y se están recuperando.
De acuerdo con Jairo Robleto, representante de ganadería de la hacienda, se tomó la decisión de enterrar las reses, pues cuando el señor que se encarga de hacer el cambio de potrero de novilla de crecimiento, explicó que cuando las encontró, los cuerpos ya estaban inflamados.
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“Todos los días se hace el cambio de novilla a las seis de la mañana. Entonces el encargado fue y se asusto al verlas reunidas y muertas. Por el estado en que las encontramos, asumimos que el hecho fue en la noche pero bastante temprano. Algunas de las vacas estaban carbonizadas, otras no murieron en el instante, sino en el transcurso ”, dice Robleto.
Grandes pérdidas económicas
Robleto, encargado del lugar dijo que es la primera vez que sucede un hecho como este en la hacienda. “Las pérdidas económicas son grandes. No tenemos una cantidad exacta porque eso se hace en base al peso, pero sí sabemos que es mucho dinero.De hecho la hacienda se dedica a la crianza de ganado. La noticia es difícil de asimilar, muy lamentable”, comenta.
Las vacas eran propiedad de agropecuarios de Santa Fé, La Isla y Dante.
Autoridades municipales y la Policía de Chontales, llegaron al lugar donde sucedió el hecho para realizar las investigaciones pertinentes, pero confirmaron que se trato de un hecho provocado por la fuerza de la naturaleza.
Es la segunda vez que un hecho como este sucede en el año. El pasado nueve de junio una descarga eléctrica mató a 21 vacas mientras se encontraban pastando en una finca de la Isla de Ometepe, en el departamento de Rivas.
En esa ocasión, los dueños de las reses tomaron la decisión de destazarlas, vender una parte y regalaron. el resto a pobladores aledaños al lugar donde ocurrió el incidente.
Muerte inesperada
En 2014 en la comunidad de Río Bueno, Provincia del Ranco, en Chile, 55 vacas murieron tras una tormenta eléctrica que azotó la zona.
En 2018 un rayo fulminó seis vacas en San Francisco de la Palmera, San Carlos, Costa Rica tras otra fuerte lluvia. El año anterior, en una finca de Chiapas, México 13 reses sufrieron lo mismo.