Al grito de “libertad” -lema de la manifestación- o “independencia”, 350,000 personas, según la Policía de Barcelona, desfilaron este sábado cerca del Parlamento catalán.
Los simpatizantes de la secesión de la región española fueron convocados por las influyentes asociaciones independentistas ANC y Omnium Cultural. Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, pidió en un discurso “una respuesta política”.
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Un helicóptero de la Policía que sobrevolaba la zona fue abucheado por la multitud, que marchaba bajo una marea de banderas catalanas. En esa marcha estuvo presente el presidente regional catalán, el independentista Quim Torra, quien aseguró que seguirá adelante con el proyecto independentista “por más inhabilitaciones, por más amenazas, por más sentencias y por más prisiones” que haya. La gran manifestación se desarrolló sin incidentes.
A su término, agentes de la Policía regional catalana cargaron contra un grupo de manifestantes radicales que se congregaron en las cercanías de la Jefatura de la Policía Nacional en Barcelona para protestar por la actuación de las fuerzas de seguridad durante los incidentes de la semana pasada. A última hora de la tarde, unas 10,000 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron, convocados por los denominados Comités de Defensa de la República (CDR), en los aledaños de la sede de ese cuerpo.
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La concentración se desarrolló en un ambiente de cierta calma al principio, pero poco después la situación se tensó cuando los participantes comenzaron a lanzar pelotas de goma, botellas y pintura contra los furgones de la Policía y finalmente retiraron las vallas de seguridad.
En ese momento los agentes salieron de los furgones y cargaron contra los manifestantes, que a su vez les lanzaron todo tipo de objetos.