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Argentina

El presidente de Argentina compartió un desayuno en la casa presidencial junto al presidente electo Alberto Fernández. LA PRENSA/AFP

Alberto Fernández gana las elecciones presidenciales en Argentina en primera vuelta

El abogado de 60 años, que postuló en la fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner, deberá asumir el cargo el próximo 10 de diciembre

El peronista de centroizquierda Alberto Fernández ganó este domingo las elecciones presidenciales en primera vuelta en Argentina con el 48.10 por ciento de los votos frente al 40.37% por ciento del gobernante liberal Mauricio Macri. La última actualización de la Cámara Electoral fue a las 2:46 a.m con el 97.13 de las mesas escrutadas.

De esta manera, este abogado de 60 años que postuló en la fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) es el próximo presidente del país de 44 millones de habitantes y deberá asumir el cargo el próximo 10 de diciembre.

“Es un gran día para la Argentina”, dijo muy sonriente Fernández, al salir de su casa a saludar a simpatizantes después del cierre de la elección.

Para ganar en primera vuelta, Fernández debía obtener más del 45% de los votos o más del 40% y superar en al menos 10 puntos a su rival.

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El presidente argentino felicitó a Fernández y aseguró que habrá una transición de gobierno ordenada.  “Quiero felicitar al presidente electo, Alberto Fernández. Acabo de hablar con él por la gran elección que ha hecho. Lo invité a mañana desayuna a la Rosada, porque tiene que empezar un período de transición ordenada”, dijo el mandatario.

En tanto el candidato Roberto Lavagna del partido Consenso Federal alcanzaba el 6.16% de los votos, mientras Nicolás del Caño, representante de Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad el 2.16%. En últimos lugares estaban Juan José Gómez Centurión, del Frente Nos con 1.71%; y José Luis Espert, de Unite, con 1.47%.

Bajo un clima de tensión en varios países de América Latina, con masivas protestas en Chile, Bolivia y Ecuador, crisis en Venezuela y comicios en Uruguay, la elección de Argentina es clave en la configuración de fuerzas en la región.

Una mujer emite su voto en un colegio electoral en Buenos Aires durante las elecciones generales de Argentina. LAPRENSA/AFP

Alberto Fernández comparte la fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), en tanto Macri integra la suya con el peronista de derecha Miguel Angel Pichetto.

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Unos 34 millones de argentinos estaban habilitados para votar por presidente y vicepresidente. Se vota además en Argentina por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el alcalde de la capital, se renueva la mitad de la cámara de Diputados y un tercio del Senado.

Dos horas antes de que cerraran las urnas, la Cámara Nacional Electoral informó a través de Twitter que el 70 por ciento del padrón electoral nacional ya había depositado su voto. Horas más tarde actualizó el porcentaje de participación a 80.

Las opciones de los argentinos se mantenían entre modelos antagónicos, con el candidato peronista de centroizquierda Alberto Fernández como favorito y el mandatario liberal Mauricio Macri que aspira a su reelección.

La votación inició en una jornada lluviosa y gris en Buenos Aires y con previsión de tormentas fuertes en distintos puntos del país.

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“Es posible que tengamos que esperar hasta el escrutinio definitivo para saber exactamente qué ocurrió con la elección”, advirtió en rueda de prensa el jefe de gabinete, Marcos Peña, poco después de la apertura de los comicios. Se estima que el resultado final se conocerá en la madrugada del lunes.

Según sondeos, la diferencia a favor de Fernández se fue ampliando desde las primarias de agosto, en las que el candidato del Frente de Todos obtuvo 17 puntos de ventaja contra Macri, el favorito de los mercados.

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El presidente de 60 años deja su mandato con el país sumido en la peor crisis desde 2001, con alta inflación (37,7% a septiembre) y un aumento de la pobreza (35,4%, es decir uno de cada tres argentinos).

Fernández: “Estén tranquilos”

Pero varios inversores temen que una victoria de Fernández, de 60 años, implique el retorno de las políticas intervencionistas del kirchnerismo (2003-2015).  Analistas se preguntan además quien gobernará: Fernández -exjefe de gabinete de Cristina y de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner- o la expresidenta de 66 años.

Habituados a descalabros económicos, algunos argentinos se aglomeraron el viernes frente a los bancos y casas de cambio para comprar dólares o retirar sus depósitos. “Que los argentinos estén tranquilos, vamos a respetar sus depósitos”, aseguró Fernández al aludir al fantasma del “corralito” durante la crisis del año 2001, cuando se congelaron los depósitos bancarios y se pesificaron luego los que eran en dólares.

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Pero Martín, un cineasta de 50 años, no le cree. El viernes, cargaba un maletín repleto de billetes argentinos con los que pretendía comprar 3.000 dólares en una casa de cambio. “Es la historia de siempre, mis padres perdieron todo en el corralito, yo no quiero que me pase”, señaló.

Desde las primarias, los ahorristas argentinos retiraron cerca de 12,000 millones de dólares de sus cuentas, aproximadamente el 36,4% del total. Quienquiera que gane deberá además lograr consensos para salir de la crisis, lo que no es nada fácil en una Argentina cada vez más polarizada.

La elección “no puede ser considerada como una victoria de Fernández o un fracaso de Macri. Es un voto de rechazo (…) Es un periodo de incertidumbre, se verá muy pronto cuan políticamente capacitado está Fernández para reaccionar”, opinó Monica de Bolle, del Peterson Institute for International Economics.

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