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Howie Kendrick le dio vuelta al marcador 3-2 con jonrón en el séptimo. LA PRENSA/AFP

Howie Kendrick da otro jonrón dramático y Washington gana la Serie Mundial

Tras una gran faena de Zack Greinke, todo se derrumbó para Houston en el séptimo inning y un jonrón de Kendrick cambió la historia.

Max Scherzer y Stephen Strasburg fueron dos legítimos monstruos de la colina, mientras Juan Soto a su corta edad comenzó a construir un nombre de respeto en playoffs y Anthony Rendon demostró su incidencia. Sin embargo, la historia recordará a Howie Kendrick como el hombre que le dio el título a los Nacionales Washington sobre los Astros de Houston, con un jonrón que cambió la historia en el séptimo juego  de la Serie Mundial de las Grandes Ligas.

Con los Nacionales abajo 2-1 en la séptima entrada y un corredor en las bases, luego de ser sometidos por un picheo casi perfecto de Zack Greinke, Kendrick alcanzó un lanzamiento de Will Harris en la esquina de afuera y lo mandó a los profundo del jardín derecho, para uno de los jonrones más  emocionantes en un juego decisivo de series mundiales, al darle vuelta al marcador y conducir a Washington a la victoria 6-2, y de paso a la conquista de la corona. De la misma forma lo hizo en la serie divisional contra los Dodgers,  con un Grand Slam en extrainning en el partido de vencer o morir. Estos dos batazos inmortalizarán a Kendrick en Washington.

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El mundo parecía perecía perfecto para los más de 40 mil fanáticos que se reunieron en el Minute Maid Park, de Houston. El abridor de los Astros, Zack Greinke, había retirado a 18 de 20 bateadores y no permitía hit desde el segundo episodio, mientras disfrutaban de la ventaja 2-0, por un jonrón de Yulieski Gurriel en el segundo y un sencillo impulsador de Carlos Correa en el quinto. Esas dos carreras eran muy pocas para la enorme presión que constantemente ejercieron sobre Max Scherzer y al final lo pagaron caro.

Greinke sacó el primer out del séptimo inning, pero Rendon despertó a los Nacionales con un largo elevado por el jardín izquierdo que cayó en las gradas para un cuadrangular que acercó a su equipo 2-1. Un boleto a Soto, sacó a Greinke de juego, con todo y su conteo de 80 picheos, un poco por debajo por la zona considerada de desgaste para un lanzador de su clase y que pudo haber ameritado un voto de confianza.

En algún momento se vio al estelar Gerrit Cole soltando el brazo en el bullpen, pero fue Will Harris el llamado a sofocar el peligro, sin embargo más bien se convirtió en el villano, porque Kendrick lo recibió con el jonrón que lo cambió todo, al girar la pizarra a 3-2 para Washington.

Una carrera más en el octavo, por hit remolcador de Soto, y dos en el noveno con un sencillo de Eaton con las bases llenas, sentenciaron la victoria, que fue a la cuenta del relevista Patrick Corbin con tres innings sin anotaciones, luego que el abridor Scherzer caminó cinco entradas con dos carreras en contra. Daniel Hudson cerró el juego . El perdedor fue Harris, quien admitió el trancazo de Kendrick.

Los Nacionales son el primer equipo de la historia que gana el clásico de otoño sin un solo triunfo en casa y un equipo d Washington se corona por primera desde 1924. El anterior fueron los Senadores.

Washington clasificó por la puerta trasera a estos playoffs, como equipo comodín. Para llegar a la cúspide, vencieron a Milwaukee en el juego de la muerte súbita de los wildcards, luego le arrebataron la serie divisional a los Dodgers, barrieron a San Luis y llegaron a la Serie Mundial frente al equipo más ganador del año y el favorito de todos, Houston. Y no solo eso, este equipo comenzó la temporada ganando 19 de sus primeros 50 juegos y todo hacía indicar que iban rumbo al desastre.

Los Nacionales estuvieron constantemente al filo de la navaja. Iban perdieron por dos carreras en el octavo inning en el juego de los comodines de la Liga Nacional. Iban abajo por dos anotaciones en el octavo en el juego decisivo contra los Dodgers y ganaron. Y ahora estaban atrás 2-0 en el séptimo frente a Houston en el juego del campeonato de la Serie Mundial y lo volvieron a hacer.

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