14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
femicidios, Nicaragua, Chinandega

«Este gobierno está más preocupado por hostigar y reprimir que por resolver el derecho a la vida de una mujer»

Según Católicas por el Derecho a Decidir en este año se contabilizan 53 femicidios y 58 en estado de frustración.

Las cifras de femicidios que se reportan cada año en Nicaragua lamentablemente existirán mientras el Estado y la sociedad no trabajen en conjunto para resolver este problema, que este año registra 53 mujeres asesinadas hasta la fecha, según Católicas por el Derecho a Decidir.

Aunque los números registrados por las organizaciones defensoras de los derechos de la mujer son alarmantes, Mirna Blandón, del Movimiento Feminista de Nicaragua, señaló que el problema principal no es la comparación de los casos de cada año, sino analizar la gravedad de violencia y el comportamiento machista con el que actúan los hombres.

“No es porque estemos en una revolución cívica, pacífica y social haya cambiado (la situación con las mujeres). Es decir, el machismo que está interiorizado en los hombres no ha sido modificado grandemente, aunque hayan cambio de comportamiento de algunos jóvenes, no es un cambio tan significativo, que permita hablar que hay una nueva cultura de relaciones entre hombres y mujeres”, dijo Blandón.

Lea Además: Régimen orteguista se inventa una comisión, que ya establecía la Ley 779 

Blandón manifestó que el tema de los femicidios en el país es un problema “histórico”, pero que a raíz del inicio de las protestas antigubernamentales la situación se ha deteriorado más, puesto que el régimen de Daniel Ortega se ha empeñado a asediar, hostigar, reprimir e intimidar a la mujer.

“El gobierno históricamente nos ha ninguneado. Del 18 de abril del año pasado hasta la fecha, el problema tiene un comportamiento distinto porque este gobierno está más preocupado por resolver la oposición a su gobierno, que por resolver el derecho a la vida de una mujer. Está más preocupado por asediar, hostigar, intimidar, reprimir y secuestrar. Una muestra de ello es que no han tenido ni siquiera el correcto enfoque de género para no asediar a las mujeres, madres de hijos asesinados”, expresó Blandón.

Blandón reprochó el lema “socialista, cristiano y solidario” con el que se describe la dictadura orteguista, señalando que los hechos muestran lo contrario. “Un gobierno que se presta a decir que es un gobierno solidario, cristiano y que tiene un enfoque de género, respetaría el dolor de una madre, no intimidaría ni cercaría a las madres y familiares que recientemente se juntaron en La Modelo para exigir la liberación de los presos políticos.  No impediría que los y las jóvenes se pronuncien libremente en la calle y que la joven tenga que ocultarse detrás de un pañuelo o un disfraz para poder ejercer el derechos libre a la movilización y expresión. No tendría porqué hacerlo si se respetan los derechos de las mujeres, jóvenes, niñas y adolescentes”, enfatizó.

Mujeres campesinas las más vulnerables

Martha Flores, de Católicas por el Derecho a Decidir, dijo que las mujeres de las zonas rurales son las más vulnerables ante la violencia de género por la cultura “marcada” de machismo en la que viven. “En las partes más rurales del país es donde están sucediendo los femicidios y en forma de masacre”, declaró.

“Las muertes de las mujeres es muy diferente a la de los hombres, la muerte es con saña y cruel… (y) hoy en día por el contexto (en el país) ese ha sido el miedo (de las mujeres)”, agregó.

A inicios de octubre, una familia fue asesinada en la comunidad La Pimienta, en San Juan de Nicaragua, municipio de Río San Juan, por supuesto conflictos de tierra. Entre las víctimas se reportó a dos mujeres de 40 años  y 22 años.

Por su parte, Blandón refirió que si el régimen orteguista estuviera interesado en contrarrestar el comportamiento machista en las zonas rurales, bien pudiera aplicarlo en las campañas que implementan en otros ámbitos.

Lea Además: Mujeres entre los 19 a 34 años encabezan la lista de femicidios que se registran en Nicaragua

“El silencio que ha habido ha sido histórico. La indolencia del Estado para resolver las situaciones del femicidio ha sido histórico porque las mujeres no somos la prioridad en su político y en su gobierno. Hay un comportamiento de la voluntad política de este gobierno histórica, que no ha considerado a las mujeres. Si fuese así, las mujeres del campo no tendrían que pedir permiso a sus maridos para operarse, porque las campañas que debería impulsar este gobierno deberían procurar esa oportunidad para las mujeres rurales. Si realmente hubiese una voluntad política no serían muchas las organizaciones que no son del gobierno que responda por la educación y salud de las mujeres”, aseveró la feminista.

En este año hasta la fecha se contabilizan 58 femicidios frustrados, en el 2018 se registraron 61 mujeres fallecidas y 50 femicidios frustrados.

Urge cambio de política

Blandón afirmó que cambiar la cultura machista entre los nicaragüenses no es una meta difícil de alcanzar, pero sí es un proceso de “pasito a pasito” que se dará a través del cambio de políticas en el Estado que incidirá en la sociedad.

“Al final recae mucho en la responsabilidad del Estado porque para poder cambiar la cultura entre hombres y mujeres tienen que haber políticas educativas que permita analizar y reflexionar el tema de comportamiento de género, el tema de cómo nos respetamos los unos a los otros y basados en derechos y no en creencias religiosas. Tener mecanismos de interlocución con la sociedad para aportar y proponer”, planteó Blandón.

La responsabilidad del hogar

Asimismo señaló que la otra parte de la responsabilidad recae en la sociedad, comenzando desde el hogar e individualmente. “Si empezáramos a partir de la casa, de nuestra relaciones estudiantiles, de nuestras relaciones de noviazgo y pareja a considerar que el trabajo doméstico es compartido, que la maternidad y paternidad son compartidas. Que tener una relación de pareja no significa utilizar a la mujer como la trabajadora doméstica y que resuelve la parte sexual y si los hombres empiezan a desmontarse de esa estructura de poder de poquito a poquito. Los hombres deberían hacer su reflexión y cambiar”, compartió.

La feminista llamó a reflexión de que el cambio no es solo de la mujer sino de todos y para que haya cambios significativos en el país dependerá también del nuevo gobierno que tome el poder. “Estamos largos (del cambio) porque son procesos personales e individuales pero también son procesos de cambio estructural que aspiramos a que si conquistamos y construimos un nuevo gobierno, este sea un poco más amigable y responsable basados en derechos para que resuelva las demandas específicas de las mujeres”, concluyó.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí