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El cadáver fue hallado por una cliente que llegaba a retirar un trabajo en la imprenta. HOY/Cortesía El Diario de Hoy/El Salvador

Nicaragüense fue acuchillado y estrangulado en su negocio en El Salvador

Fue hallado muerto cerca del mediodía del lunes, cuando una cliente llegó a recoger un trabajo y al ver la puerta abierta ingresó al local y se encontró el cadáver en el piso.

El nicaragüense Rómulo Antonio Mejía, de 63 años, fue asesinado dentro de su negocio en El Salvador. Mejía era propietario de una imprenta en la capital de ese país.

La información fue dada a conocer por medio de prensa salvadoreños.

Mejía fue hallado muerto cerca del mediodía del lunes, cuando una cliente llegó a recoger un trabajo y al ver la puerta abierta ingresó al local y se encontró el cadáver en el piso, informó El Diario de Hoy.

“Una vendedora manifestó que a las 5:00 de la mañana que llega a su puesto vio que la puerta de la imprenta se encontraba abierta. Como eran amigos, lo llamó por su nombre pero no contestó, creyó que estaba dormido y pasó desapercibido”, añade la nota del periódico.

La imprenta está ubicada detrás de la Alcaldía de San Salvador. El nicaragüense vivía solo en el mismo negocio. Algunos testigos dijeron a los medios locales que al parecer el nica tenía familia en San Miguel, otra ciudad de El Salvador.

Mejía tenía heridas por arma blanca en el abdomen. El cadáver fue hallado sin camisa, en medio de dos cajas plásticas y su cama.

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En la escena del crimen fue hallado un cuchillo y se presume que esta fue el arma usada.

“Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) reportaron el lunes pasado que las heridas de Rómulo fueron provocadas con un arma blanca, pero que antes de ser lesionado, fue estrangulado”, informó por su parte La Prensa Gráfica.

Según las vendedoras que se ponían en la acera del negocio de Mejía, este usaba un bastón para caminar. Rosa, una de las comerciantes, contó a La Prensa Gráfica que “la mujer (cliente) comenzó a gritarle desde afuera y le preguntamos que si buscaba a don Rómulo, y ella nos dijo que le debía un trabajo de serigrafía”.

Cuando la clienta entró y vio el cadáver comenzó a gritar.

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Sin pistas

Otro de los clientes del nicaragüense dijo a un diario salvadoreño que Rómulo siempre se pasaba la tarde con su taza de café viendo a la gente pasar.

“Los investigadores dicen que siguen trabajando en el caso, pero revelan que por ahora no tienen muchas pistas”, detalló el diario La Prensa Gráfica.

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