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Mensajes cifrados y directos en AL

Observé con genuina admiración el proceso electoral argentino el domingo pasado y aunque no me gustaron los resultados, no puedo dejar de elogiar y apreciar cuando los pueblos recurren y aceptan la decisión de la mayoría, para dirimir sus más irreconciliables diferencias.

Y luego, con galantería el perdedor Mauricio Macri felicitar al ganador Alberto Fernández e invitarlo a desayunar al día siguiente de la contienda en la Casa Rosada, para “asegurar una transición ordenada” y en su discurso de aceptación asegura que su partido hará una oposición constructiva porque la Argentina necesitará de todos los argentinos.

Es un mensaje muy claro para países como Nicaragua y Bolivia en que el fraude ha empañado los últimos procesos electorales, un mensaje de que sea el pueblo, acertado o equivocado, el que decida en un proceso electoral limpio, transparente, con resultados conocidos en tiempo real y donde ganadores y perdedores acepten el veredicto sin discusión alguna.

Muy diferente al mensaje del proceso electoral de Bolivia, plagado por el fraude evidente para que no hubiese una segunda vuelta, donde realmente el poder de Evo Morales estuviese en juego, ya que nadie cuestiona su triunfo parcial, pero no con el margen constitucionalmente requerido para ganar en primera vuelta. Y en Chile vimos horrorizados como este país, que es un paradigma de la democracia y desarrollo económico en Latinoamérica, era literalmente incendiado, con asombrosa coordinación terrorista, porque como decía el analista político chileno Juan Lehuedé en un video que se ha vuelto viral, “estar descontento es una cosa y ser terrorista es otra”.

Solo así se explica que 19 estaciones de metro con sus vagones hayan sido completamente destruidas, 66 hayan resultado con daños graves y solo unas pocas sin daños. Considerando, dice Lehuedé, que hay un 95 por ciento de concreto, vidrio y hierro no inflamable en las estaciones de metro, se requiere conocimiento, materiales muy inflamables y aceleradores para haber quemado 82 estaciones en tan solo dos días: todo un récord terrorista. Su conclusión es que fueron terroristas y guerrilleros bien entrenados, financiados y coordinados. ¿Por quiénes? Lehuedé señala los videos de Diosdado Cabello y Nicolás Maduro que se jactan de que “todo está saliendo conforme lo planificado” por el Foro de Sao Paulo; que son “brisas bolivarianas” y que se transformarán en un “huracán bolivariano”. A confesión de parte, relevo de prueba, dicen los abogados.

Si fuera cierto que en Chile incendiaron el país por unos centavos en el alza del pasaje de metro, ¿imagínense qué podría pasar en Nicaragua? donde los analistas aseguran que el régimen ha puesto en marcha una “bomba de tiempo”, con las alzas en la energía, las reformas al Seguro Social, la abrumadora represión policial, la brutal reforma tributaria y el alza arbitraria del combustible.

El autor es periodista, exministro y exdiputado.

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