14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La gente de desborda después de un jonrón de Clyde Williams. LAPRENSA/ ARCHIVO

Historias de la Liga Profesional | La fiebre desatada por Clyde Williams

Cuenta la historia que los directivos del Bóer se rascaban la cabeza pensando qué hacer con Clyde Williams, el equipo no tenía un buen arranque y tampoco el estadounidense se había acoplado a la Liga Profesional

Cuenta la historia que los directivos del Bóer se rascaban la cabeza pensando qué hacer con Clyde Williams, el equipo no tenía un buen arranque y tampoco el estadounidense se había acoplado a la Liga Profesional. Por la mente de alguno pasó decirle adiós prematuramente, pero el tronquero despertó, se convirtió en la máxima figura recordable del beisbol rentado en el país en la nueva etapa: amado por los boeristas y odiado por sus víctimas del cajón de bateo. El primer recuerdo cuando se escucha su nombre son los batazos al otro lado de la barda, y aunque solo fueron 13 vuelacerca, líder, le bastó ese 2006-2007 para sembrar al menos, la semilla del mito.

Williams se había enfrascado en la persecución del récord de jonrones, el cual estaba en manos de Michael Abreu (14), y el 14 de enero de 2007 en la recta final de la etapa regular, conectó dos jonrones que todavía recuerdan los 12,000 aficionados asistente al partido en el Estadio Nacional en un domingo por la mañana. Williams dejaba tendido a León 8-7, en lo que era un “trailer” de lo que se convertiría la final, y las personas saltaron al campo como si fuera el duelo de la coronación. “Esperaba encontrarme con mis compañeros de equipo en el plato. Nunca imaginé que iban a estar allí todos los fanáticos. Es un poquito peligroso, pero está bien”, dijo posteriormente un poco sorprendido la figura capitalina.

Te puede interesar: Historias de la Liga Profesional | Aquel juego inmaculado de Lenín Picota

Clyde era un pelotero callado y un poco distante porque no podía hablar español. Su lenguaje siempre fue el madero. Cuando no estaba jugando beisbol brindaba clínicas a los niños, le gustaba cazar, pescar y jugar golf. Le gustó Granada y San Juan del Sur, pero siempre extrañó en su estadía en Nicaragua su cerveza Budweiser. Probó el vigorón, pero nunca cambió su pollo frito y cuando le preguntaron lo más raro qué había comido en el país dijo: “Las conchas negras, pero son deliciosas”.

La gente de desborda después de un jonrón de Clyde Williams.

La figura boerista compartió el premio de Jugador Más Valioso junto a Justo Rivas. Williams fue líder de jonrones con 13, líder en carreras anotadas con 36 empatado con Justo Rivas e impuso récord en dobles en una temporada con 16. No obstante, más allá de las cifras, a Williams se le mide por la fiebre que causó.

También: La jugadora de la Selección de Futbol que trabaja en mercado capitalino para poder estudiar

Momento incómodo

En el primer partido de la serie final Clyde Williams golpeó al cubano Edysbel Benítez. Fue denunciado en la Estación II de la Policía Nacional de Managua y tras ese asunto estaba Maritza Cordero, directiva de León, quien presionó para evitar que el pelotero estadounidense jugara, según los reportes de ese entonces. Benítez recibió seis puntadas por la herida en su ceja izquierda. La Liga multó al pelotero del Bóer con 500 dólares, quien además, se hizo cargo de los gastos médicos de su víctima.

Todavía tras ese trago amargo Williams guió al Bóer al primer triunfo de la final contra León con un trancazo. El Bóer terminó coronándose con una barrida sorpresiva, culminando el cuento de hadas del norteamericano. El año siguiente regresó con el Bóer pero sus números fueron discretos. De .311 de promedio en su primera campaña bajó a .265,  de 13 jonrones a 5, de 16 dobles a 8, de 36 carreras anotadas a 23 y de 40 impulsadas a 25. Así se despidió de Nicaragua, dejando una huella imperecedera en su debut .

Deportes

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí