El mayor fracaso, y quizás el único, en la era Henry Duarte se consumó este viernes en Kingstown, San Vicente y las Granadinas. La acelerada renovación en los últimos meses y el bajo nivel de algunos jugadores claves durante la etapa de éxitos le pasan factura en la Liga B de Naciones, donde quedará anclada haciendo añicos los objetivos de ascender a Liga A —con los mejores de Concacaf— y clasificar directamente a Copa Oro 2021.
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Lo que parecía accesible en marzo de 2019 se transformó en una dura decepción ocho meses después. Desde que se conoció el grupo, la Azul y Blanco saltó como amplia favorita por lo que venía haciendo en los últimos años, pero no pudo contra San Vicente (11 puntos), que se impuso 1-0 en casa y casi asegurando el liderato del grupo D y la Copa Oro 2021, el botín que en teoría era para los nacionales, que se quedan casi con las manos vacías.
Solo un milagro permite un cambio radical, pero en el futbol eso pocas veces existe y en la actual situación de la Azul y Blanco sería motivación de investigación. Nicaragua necesita ganar por una amplia goleada (más de seis) a Surinam este lunes, para quitarle el segundo lugar del grupo y buscar la Copa Oro vía repechaje. El problema de la ecuación es que Surinam se mide contra Dominica, la más débil, y es favorita para ganar con contundencia, anulando las opciones de los pinoleros.
Sin opciones
Surinam con su virtual éxito llega a 10 puntos, tres encima de la Azul y Blanco y una diferencia de goles actual (ahorita +6, más lo de su partido contra Dominica) superior a la Azul y Blanco (+1). Que Dominica empate o gane es muy escaso porque va de visitante y Surinam en casa no va a perdonar, como lo hizo la Azul y Blanco, que aunque saque la victoria en la última fecha ante los surinamés no podría arrebatar la segunda plaza por la diferencia de goles.
Nicaragua no estuvo a la altura de las exigencias. El partido no fue fácil en ninguno de los dos tiempos, las opciones para marcar las tuvieron ambos, pero San Vicente estuvo más acertado y sacó mayor provecho a sus condiciones como en la anotación. Un tiro de esquina cobrado abierto, McBurnette recentró de cabeza y el central Sutherland (60) entró desde atrás ganando a Camphers Pérez en el salto y cabeceando pegado al palo, imposible para Bryan Rodríguez, quien había tajado anteriormente un disparo a gol de Stewart (46).
Las mejores ocasiones las fabricaron los nacionales, sobre todo en el segundo tiempo con cuatro ocasiones, tres de ellas en las piernas de los relevos generacionales Ricardo Mendieta (74 y 86) y Ulises Rayo (88), quien falló las más clara, sin portero. Ya en ellos, los novatos, descansaban las esperanzas del equipo porque los peso pesados no pudieron cargar con el peso del equipo.
Jaime Moreno, Byron Bonilla y Carlos Chavarría aparecieron por momentos pero sus chances los desperdiciaron. Moreno pudo adelantar el marcador (10), tras un recorte en el área y su remate salió desviado. Chavarría anticipó al defensa y portero en un balón al espacio, estaba solo frente al marcador, sin embargo el control salió descompuesto y se complicó para definir. Moreno (86) cabeceó con ventaja y estrelló el esférico en el paral, evidenciando la realidad de la Selección: la anterior generación anda en horas bajas y la sangre nueva necesita mayor fogueo para resolver.
Alineación
Nicaragua: Bryan Rodríguez, Camphers Pérez, Manuel Rosas, Kevin Serapio, Francisco Flores, Richard Rodríguez, Bismarck Montiel (Ulises Rayo al 80), Byron Bonilla (Ricardo Mendieta al 60), Carlos Chavarría (Henry García al 60), Jorge Betancur y Jaime Moreno.
Amarillas: Bonilla al 57 y Flores 88.
Árbitro: Reon Radix (Grenada)