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Agentes de la Policía Orteguista vigila una de las esquinas que conduce hacia la iglesia San Miguel Arcángel. LAPRENSA/R. Fonseca

Policía Orteguista cerca por más de 24 horas la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya

Durante la jornada de intimidación, la Policía impidió el ingreso de sacerdotes al templo católico, quienes intentaban ver el estado de los huelguistas

La Policía Orteguista (PO) y parapolicías sostuvieron por más de 24 horas un fuerte despliegue y cerco en los alrededores de la iglesia San Miguel Arcángel, en Masaya, donde un grupo de familiares de presos políticos realiza una huelga de hambre indefinida para demandar la liberación de sus parientes.

Durante el acoso de la policía del régimen fueron detenidas 13 personas la noche del jueves reciente, retenidos varios sacerdotes este viernes y atacados varios periodistas.

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El asedio inició la tarde del jueves 14 de noviembre, cuando el grupo de mujeres parientes de los reos políticos víctimas de la dictadura anunció una huelga de hambre.

El cerco se agravó cuando por órdenes del dictador Daniel Ortega, la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) le cortó el agua potable a la iglesia y la empresa de energía suspendió el servicio en todo el sector del templo sin importarle la suerte del vecindario.

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Desde entonces, decenas de policías orteguistas cercaron la zona frontal de la iglesia, bloquearon las calles aledañas, rodearon los accesos directos al templo y violaron el derecho constitucional de la circulación ciudadana frente al lugar, así como le impidieron a empujones a la ciudadanía asistir a misa o donar víveres y agua a las madres en huelga y al padre Edwin Román.

Pese al escandaloso despliegue policial, fanáticos del orteguismo atacaron a la periodista de LA PRENSA, Lidia López, a quien le destruyeron su celular y amenazaron a otros comunicadores.

Cardenal condena asedio

Ante el abuso desmedido de las fuerzas represivas de la dictadura, el cardenal Leopoldo Brenes condenó el asedio e intimidación contra el padre Román e instó a “respetar la libre movilización”, según el artículo 54 de la Constitución Política de Nicaragua y el ejercicio de la libertad religiosa, que “es fundamento y garantía de todas las demás libertades de las personas y los pueblos”, en referencia a la prohibición de ingresar al templo y a los servicios religiosos.

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La Arquidiócesis de Managua, a través de un comunicado, aseguró que Brenes ha mantenido comunicación con el sacerdote, “a quien le ha manifestado su cercanía, oración, apoyo tanto a él como a sus feligreses”.

“El Arzobispo manifiesta su total respaldo a la labor humanitaria, propia de la iglesia y que han venido realizando el padre Edwin Román y demás sacerdotes desde que se generó la crisis social y política en abril de 2018”, agrega.

Actitud demencial

En medio de la indignación nacional por el trato brutal y demencial de la policía de la dictadura, un grupo de sacerdotes quiso ingresar a la iglesia a entregarle su medicina al padre Román, pero los rabiosos policías impidieron durante más de una hora el acceso, del mismo modo que prohíben que alguien salga o entre a la iglesia San Miguel Arcángel.

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En las redes sociales y círculos de Masaya la rabia social se acumula, profundizando más el desprecio hacia Ortega, alentando una campaña de presión nacional para que la PO permita que el padre Román reciba su insulina.

El sacerdote, durante su estadía en la parroquia San Antonio, en Masaya, desarrolló un cáncer en la mandíbula que lo tuvo muy mal de salud. Con el apoyo de los feligreses logró pagar las terapias que le costaban 550 dólares cada una y logró curarse por completo, pero como secuela se le desarrolló diabetes, por lo que necesita inyecciones de insulina diarias que requieren refrigeración.

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