La Policía Orteguista (PO) mantuvo flanqueada la parroquia San Francisco de Asís, de Managua, durante la celebración de la misa dominical, que contó con la participación de los familiares de los presos políticos. El templo también se mantuvo rodeado de motorizados que le hacían fotos a los vehículos y a las personas que entraban y salían.
La mayoría de los familiares que participaron en esta misa son las madres, padres o hermanos de los 13 jóvenes que fueron detenidos por la PO el pasado 14 de noviembre, por llevar agua a la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya, donde se encontraba un grupo de madres haciendo huelga de hambre.
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Tamara Zamora, madre de Amaya Coppens; Marvin Álvarez, hermano de Ivania Álvarez; Ana María Chamorro y Mario Hurtado, mamá y hermano de Olama Hurtado fueron algunos de los familiares de presos políticos que participaron en la misa dominical en la iglesia San Francisco de Asís.
Al finalizar la misa, un grupo de jóvenes regaló botellas de agua a los participantes de la misa, mientras expresaban que “llevar agua no es un delito”.
“Regalar agua no es un delito”, expresan los familiares de presos políticos al concluir la misa en la parroquia San Francisco de Asís #Managua #Nicaragua @laprensa pic.twitter.com/TW6mErNlZn
— Leonor AlvarezH (@LeonorAlvarezH) November 24, 2019
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En las últimas semanas se han intensificado los ataques a los templos de la Iglesia Católica, principalmente los que han brindado apoyo a los jóvenes que protestan contra el régimen de Ortega y a las madres de presos políticos.
Más de 150 personas están presas por participar en las protestas civiles. El país vive en crisis desde el 18 de abril de 2018, cuando comenzó la represión del régimen de Daniel Ortega contra las protestas civiles. Más de 328 personas murieron por esa represión desde el 19 de abril de 2018, según informe de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH).