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¿Qué tan duradero será René “El Gemelo” Alvarado como campeón del mundo? “Todo depende de él”, dice escuetamente Luis Escorche, el entrenador que condujo hacia la cima a Adonis Rivas, un monarca improbable que no solo burló los pronósticos, sino que capturó dos títulos mundiales en su carrera.
Alvarado no es Alexis Argüello, Román “Chocolatito” González o Rosendo Álvarez, pero tampoco es Adonis, cuyo éxito tuvo como fundamento su combatividad y entrega absoluta, factores que le permitieron sobreponerse a sus limitaciones físicas y técnicas, mientras se ganaba el respeto y admiración de los fanáticos.
René es un boxeador que pelea hacia adelante, con un ataque bastante ordenado y preciso, con disparos desde cualquier ángulo, pero sin una pegada paralizante, aunque sí capaz de demoler como lo hizo el sábado ante el exmonarca Andrew Cancio, frente a quien también dejó ver fisuras en el plano defensivo.
Y aunque la expresión de Escorche parezca demasiado simple está revestida de objetividad. La clave para René será su espíritu de sacrificio, su nivel de compromiso y su afán de superación, aspectos que solo él puede enfrentar y controlar. Así que ciertamente depende de él. El futuro está en sus manos o sus puños.
Humilde, ya es René. Y ojalá continúe así porque, como diría Jorge Valdano, la humildad es la única rienda capaz de contener las tentaciones de la vanidad. Además, que cuando el talento llega a la cima, ahí lo esperan las distracciones y adulaciones constantes que suelen resultar dañinas y llegan a presentar una realidad paralela.
Solo la exigencia y el compromiso mantendrán a René con los pies sobre la tierra, superando dudas y fortaleciendo su legado. Lo esencial será su trabajo, su concentración y el deseo de hacerse mejor cada día. Eso ciertamente solo dependerá de él mismo, como dijo Luis, el veterano entrenador que sabe de lo que habla.
Adonis nos demostró que no es necesario un talento exuberante o un repertorio con golpes de todos los estilos para tener éxito. Probó que cuando hay disciplina y trabajo, se logra llegar a la cima y sostenerse ahí con firmeza. Ahora todo va a depender de René, un muchacho esforzado que se ha hecho mejor con los años.
Nadie espera que René se vuelva un pugilista fino como “Chocolatito”, atropellador como Rosendo o legendario como Argüello. Todos queremos que sea él mismo, pero en su mejor versión, algo que seguramente va a lograr gracias a su determinación y tenacidad, de lo cual ya hemos sido testigos.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR