La Policía Orteguista (PO) y los parapolicías utilizaron munición española para reprimir las protestas sociales que iniciaron en abril del 2018, según una investigación publicada este viernes por el periódico Eldiario.es de España.
El medio de comunicación destaca que cartuchos encontrados tras la jornada represiva del 23 de junio de 2018 en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), donde parapolicías y fuerzas de seguridad del régimen orteguista acorralaron a los estudiantes que se manifestaban en contra de la dictadura, provenían del fabricante Trust Eibarrés S.A, originario de la provincia española Gipuzkoa.
El saldo de la represión de esa jornada, que duró aproximadamente 15 horas, fue dos estudiantes muertos y quince heridos.
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A través de tres videos reconstruidos por el diario español de ese día, cuando la universidad se encontraba rodeada por parapolicías, se evidencia el uso de estas municiones. En el primer video se ve cómo un grupo de estudiantes recibe disparos cerca de la rotonda universitaria, por lo que corrieron hacia el noroeste hasta uno de los barrios que quedan cerca de la facultad, según la geolocalización que utilizaron en esta investigación.
En un segundo vídeo se muestra a los estudiantes recogiendo las municiones españolas.
“Ni los medios ni las investigaciones independientes de organizaciones no gubernamentales concluyeron que los estudiantes usaran armas que pudieran llevar esos cartuchos. En un vídeo grabado durante la mañana siguiente en el que se ven más enfrentamientos de estudiantes contra policías y paramilitares en el mismo lugar, se observa cómo estudiantes de la UNAN se refugian en barricadas de los disparos de los agentes de seguridad. También se ve cómo todos ellos llevan armas caseras y cómo uno de ellos muestra la foto de los dos estudiantes fallecidos la noche anterior”, cita la investigación.
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Roberto Samcam, mayor en retiro del Ejército de Nicaragua y exiliado en Costa Rica, asegura en declaraciones al periódico español que las fuerzas armadas y la Policía utilizan esta munición que llega importada desde México. Samcam le proporcionó a este medio dos imágenes de cartuchos importados desde dependencias mexicanas.
Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y el Alto Comisionado por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el régimen de Daniel Ortega y sus parapolicías usaron la fuerza de manera desproporcionada llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas, torturas y agresiones sexuales en los centros de detención.
Empresa niega acusaciones
Tras las primeras denuncias en redes sociales de que se estaba utilizando munición española para reprimir las protestas, la empresa productora de estos cartuchos, Trust Eibarrés, emitió un comunicado en el que se desvinculaba de lo sucedido. La compañía, que según el diario español no ha querido dar declaraciones para esta investigación, aseguró en su mensaje que “no suministraba cartuchería de ningún tipo a ningún cuerpo de Seguridad del Estado de Nicaragua”.
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El diario español recurrió a los datos de la Agencia Tributaria que muestran que ha habido una venta constante de munición desde Trust Eibarrés a México. Durante los últimos años, fueron enviados al menos 3.2 millones de cartuchos en 2014; 2.7 millones en 2015; 1.8 millones en 2016; 1.7 millones en 2017 y 2.4 millones en 2018, año que inició la crisis en Nicaragua.
En 2016, España exportó a Nicaragua “material policial y de seguridad” por valor de 1.5 millones de euros, según datos de la Secretaría de Comercio. Las cifras de la Agencia Tributaria indican que se exportó munición desde Gipuzkoa a Nicaragua en marzo y junio de 2015, febrero y agosto de 2016 y diciembre de 2017. Trust Eibarrés es la única empresa que produce munición en esa provincia.
Según las conclusiones de esta investigación, escrita por el periodista Pol Pareja, la munición española pudo llegar por tres vías distintas a las fuerzas de seguridad y a los parapoliciales del régimen orteguista: exportaciones de Trust Eibarrés al mercado civil de ese país; exportaciones a México que después fueron vendidas a Nicaragua con autorización oficial o bien exportaciones a México que después fueron vendidas en el mercado negro.
La posición común de la Unión Europea, que regula las exportaciones de armamento, establece que los países exportadores deberán denegar las autorizaciones si existe el riesgo de que el material se desvíe dentro del país comprador o se reexporte “en condiciones no deseadas”. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, al que está adscrito el órgano interministerial que autoriza las exportaciones de armas, no ha querido hacer ningún comentario para esta investigación.
Video de eldiario.es