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Un muchacho que todavía debería estar alumbrando el boxeo con sus habilidades extraordinarias, con un talento envidiable y una valentía probada, se extingue en la oscuridad del destierro, mientras sus recursos empalidecen por paso del tiempo.
¿Qué es lo que pasa con Román “Chocolatito” González? Después de reinar a nivel global en el pugilismo, ha sido misión imposible un regreso para González, cuyo salto más alto fue capturar cuatro coronas mundiales y convertirse en el mejor libra por libra del planeta.
Pero Román no fue solo un coleccionista de triunfos y coronas, sino un boxeador que satisfizo los caprichos más exigentes del fanático y también de la crítica, gracias a su técnica refinada, paralizante pegada y corazón de guerrero que lo empujó hacia la cúspide.
Y justo cuando ya tenía el reconocimiento mundial, se apareció el tailandés Srisaket Sor Rungvisai y lo acabó todo. Primero a través de un triunfo controversial en Nueva York y luego mediante un fulminante nocaut que no dio espacio a la discusión sobre su fracaso en California.
Desde entonces Román no se ha podido levantar, ni siquiera con su victoria ante Moisés Fuentes, un rival escogido con pinza para que no lo complicara. Pero el mayor oponente del nica ha sido la inactividad, cuyas causas reales no han sido explicadas del todo.
Hay muchas especulaciones, pero todas las presunciones concluyen con que el promotor japonés Akihiko Honda, perdió todo interés en promover al nica, quien al parecer no goza de la simpatía de algunos organismos mundiales que él vio con desdén en el pasado.
Quizá nadie espere que el “Chocolatito” retorne a los planos estelares que antes tuvo, pero un talento de su magnitud no se evapora del todo. Además, el boxeo está lleno de regresos exitosos y a sus 32 años, aún podría tener dinamita en sus puños.
Peleadores como Sugar Ray Leonard, Erik Morales, Larry Holmes, Muhammad Ali, Evander Holyfield, Mike Tyson, entre otros, tuvieron regresos notables después de una pausa que en muchos casos suele ser fatal en las pretensiones de un pugilista.
Muchos pensarán que el nica no tuvo esa estatura y es cierto, pero cuando alguien tiene éxito en una misión, el resto queda sin excusas como para no intentarlo. Y el problema de Román no es que su talento haya acabado, sino que ni siquiera ha tenido la oportunidad de mostrarlo.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR