Bajo una notable asistencia, en su mayoría exiliados, se presentó la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) en Costa Rica, que busca potenciar la resistencia cívica contra el régimen de Daniel Ortega.
Violeta Granera, miembro del Consejo Político de la UNAB en Nicaragua, quien estuvo en el lanzamiento en Costa Rica, explicó que el siguiente paso es establecer los mecanismos de comunicación y toma de decisiones en conjunto.
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“El primer objetivo en esta lucha siempre ha sido la liberación de todos los presos políticos y en los últimos meses hemos seguido insistiendo que no se puede avanzar en ningún diálogo ni en ninguna posibilidad en avanzar en la salida del régimen, mientras tengamos hermanos en las mazmorras. Estamos en una campaña de una Navidad sin ningún preso político”, aclaró Granera.
Insisten en el reconocimiento desde Nicaragua
Por su parte, Luciano García, presidente de Hagamos Democracia y exiliado en Costa Rica, reconoció que es importante que el nuevo movimiento sea reconocido por la UNAB en Nicaragua y la Alianza Cívica, porque “la meta es la salida de Ortega del poder, el restablecimiento de la Democracia y el retorno de los exiliados a Nicaragua”.
De acuerdo a datos de la Dirección de Migración de Costa Rica, más de 70,000 nicaragüenses han solicitado refugio en el país. Huyeron de la represión orteguista, que ha provocado 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
