Las gasolineras de la empresa Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP) amanecieron este sábado, 14 de diciembre, prácticamente, vacías, dos días después de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impusiera sanciones a Rafael Ortega Murillo y a tres empresas manejadas por la familia presidencial, incluida DNP.
No obstante, en la gasolinera “Bolívar” -propiedad de DNP- el régimen orteguista amaneció repartiendo combustibles a sus fanáticos, además, vehículos del Estado -según información extraoficial- también fueron llevados a llenar sus tanques en ese punto de venta de combustible.
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En un recorrido realizado por LA PRENSA se pudo constatar que a las estaciones de servicio de DNP ubicadas en el barrio Larreynaga, colonia Centroamérica, Villa Fontana y semáforos del Hospital Central Managua, no se acercaban vehículos.
DNP fue sancionada, el pasado jueves, por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por considerar que es utilizada para el lavado de dinero. Además, desde el primer trimestre de 2019 empezó a resentir un bajón en sus ventas, producto de un boicot de consumo que impulsaron opositores al ser uno de los negocios de la familia Ortega-Murillo. Entre enero y mayo vendió 74, 220 barriles menos de gasolina en comparación con el mismo período de 2018.
Ciudadanos señalaron además que en las estaciones de servicio no se estaba recibiendo a compradores con tarjetas de crédito o débito, únicamente en efectivo.
Reparten combustible
En la gasolinera “Bolívar” -propiedad de DNP Petronic- a diferencia de los otros puntos de distribución de dicha empresa, se encontraba abarrotada de vehículos con placas estatales, camionetas sin placas, motos sin placas, camiones y vehículos con banderas del Frente Sandinista.
Algunos -al detenerse frente al bombero repartidor- entregaban tarjetas o papeles, aparentemente, cupones de combustibles con los que el orteguismo premia a sus fanáticos por participar en las “Caminatas por la Paz”, realizadas cada sábado desde inicios de diciembre.
Las “Caminatas por la Paz”, además de generar gastos al Estado también dejan a miles de nicaragüenses sin transporte público, que es utilizado para movilizar a los simpatizantes orteguistas a las concentraciones partidarias.