Este marte, el papa Francisco en su cumpleaños número 83, ordenó eliminar el secreto pontificio en los casos de abusos sexuales a menores de edad por parte de sacerdotes.
La orden entrar en vigor inmediatamente y le permitirá a la Iglesia católica entregar documentos relacionados con casos específicos de pederastia por parte del clero a las autoridades civiles.
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Esta ley es considerada histórica dentro de la Iglesia Católica y se da luego de una serie de escándalos a gran escala sobre pederastia que enfrentaban varios sacerdotes a nivel mundial. Asimismo, responde a los pedidos que le hicieran al papa Francisco en la cumbre dedicada a los abusos sexuales y pederastia, que tuvo lugar el pasado mes de febrero en el Vaticano.
La promulgación “Motu proprio”, consta de dos leyes que abarcan el tema de los abusos sexuales. En la primera, el papa Francisco específica que se levanta el secreto pontificio en decisiones relativas a “violencia y de actos sexuales cometidos bajo amenaza o abuso de autoridad, casos de abuso de menores y de personas vulnerables, casos de pornografía infantil, casos de no denuncia y encubrimiento de los abusadores por parte de los obispos y superiores generales de los institutos religiosos”, se lee en el documento de la medida aprobada.
En la segunda ley, el jerarca de la Iglesia Católica endurece las normas sobre los casos de abusos sexuales a menores y clasificará como delito “la adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo”.
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Uno de los principales motivos de la medida es cooperar con la justicia, además permitirá que todas las víctimas de abuso sean informadas del resultado de sus casos.
De igual manera, se hace énfasis en la cooperación de las diócesis de cada país en las investigaciones de esta naturaleza. Ellas estarán obligadas a proporcionar la documentación necesaria a las autoridades en los procesos de investigaciones o denuncias, mientras lo ordene una autoridad judicial.
Cabe resaltar que el “Motu” proprio no afectará el secreto de confesión, por tanto seguirá vigente para este tipo de delitos.