14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Pedro Jimenez Cantarero, luego de una audiencia con el juez en 2004. HOY/Archivo

Grandes crímenes | El Carnicero de Tipitapa, el hombre que decapitó a su expareja y luego se hizo pastor evangélico

En octubre de 2004, Pedro Jiménez Cantarero mató a su expareja Silvia Aguirre. La desmembró. El hombre fue condenado a 30 años de cárcel

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Este reportaje fue publicado en el periódico HOY el 14 de julio de 2018

Los zopilotes y las aves de carroña anunciaban que a 30 metros del camino que conducía hacia San Francisco Libre (que antes era llamado San Francisco del Carnicero) había un cadáver.

Un campesino que iba hacia su huerta fue el primero que vio la dantesca escena. Era el cuerpo de una mujer. Le faltaba la pierna izquierda, la cabeza, parte de sus genitales y estaba marcada con las letras XAX en su abdomen.

Lea también: Documental español «Nicaragua, patria libre para vivir» denuncia horrores del régimen orteguista

Hasta los mismos policías que llegaron a la zona quedaron impresionados de la saña con la que se había cometido el crimen.

Días después el forense determinó que también había señas en las axilas de que se quiso cortar los brazos a la mujer. Al parecer, el plan era desmembrarla completamente.

El cuerpo fue encontrado la mañana del domingo 24 de octubre de 2004. Al día siguiente, la familia de Silvia de los Ángeles Aguirre Palacios identificó el cuerpo por el color de esmalte de las uñas de las manos y pies, y un prensador estilo piraña que fue hallado cerca del potrero donde estaba el cuerpo de la joven.

Puede interesarle: El clamor de 13 presos políticos a los nicaragüenses: «No dejen la lucha y sigan en las calles»

Los vecinos de la comunidad Quebrada Honda declararon que escucharon los gritos de una mujer alrededor de las 3:00 de la madrugada, después un murmullo, luego el motor de un vehículo que se alejó con las luces encendidas. Nadie quiso salir por temor.

Niega saña

Cuando Silvia fue identificada, las sospechas inmediatamente se volcaron hacia su expareja Pedro Jiménez Cantarero, de quien se había separado tres meses antes.

Lea también: Grandes crímenes | El día fatal del músico Arnulfo Oviedo

Jiménez, en ese entonces de 40 años, era un hombre violento. Era el padre de dos hijos con Silvia (tenían ocho y dos años al momento del crimen). Sonia Aguirre, hermana de Silvia, contó: “En una ocasión Pedro Jiménez trató de ahogarla en la pileta del lavandero y cuando miraba que se estaba ahogando la sacaba”.

Puede interesarle: Grandes crímenes | El misterioso asesinato del prestamista Ricardo Schmidt en Corinto

Agregó que una vez trató de apuñalarla frente a sus hijos, “pero ella pedía piedad por los niños. El mayorcito me decía que me los llevara para mi casa porque ya no aguantaba el martirio, por eso se habían separado, pero él la seguía acosando constantemente”, señaló en medio de lágrimas.

Las hermanas de Silvia Aguirre con un retrato de la fallecida afuera de los juzgados de Managua en 2017. HOY/Archivo

No fue difícil que Jiménez reconociera el crimen ante Sonia y luego ante la Policía de Tipitapa, pero el sujeto negó que la hubiera mutilado. “No le creo, porque era un hombre totalmente psicópata y yo lo creo capaz de eso”, dijo en esa ocasión Sonia Aguirre, quien también presumía que Jiménez Cantarero nunca diría dónde estaban la cabeza y pierna de su hermana, que no habían sido encontradas.

Lea además: Grandes crímenes | Las versiones alrededor del asesinato del estudiante Jean Marcel Corea en 1999

Aguirre no se equivocó. 13 años y 9 meses después, los restos de Silvia de los Ángeles Aguirre Palacios, a quien le faltaba una semana para cumplir sus 23 años, no han sido encontrados.  Jiménez Cantarero fue comenzado a llamar por los medios de comunicación como el Carnicero de Tipitapa.

Premeditado

La Policía hizo la cronología del caso. Jiménez se había contactado con Silvia porque quería regresar con ella. Aguirre salió el sábado 23 de octubre por la tarde a clases de computación cerca de la Universidad Centroamericana (UCA). Estuvo departiendo con su expareja en un bar de Bello Horizonte.

El sujeto la embriagó. Discutieron pero se desconoce la razón. En la madrugada se montaron en su camioneta Ford roja y tomó la ruta hacia la Rotonda La Virgen, luego la pista del Mayoreo, para tomar la Carretera Panamericana Norte.

Lea también: Grandes crímenes | El misterioso asesinato del prestamista Ricardo Schmidt en Corinto

En su primera declaración, el Carnicero de Tipitapa dijo que había actuado en defensa propia, ya que Silvia lo había querido acuchillar, pero esto fue descartado conforme avanzaban las investigaciones. Nunca se supo dónde atacó a la joven, pero sí que la acuchilló varias veces, bajó el cuerpo y decapitó a Silvia cuando esta aún tenía vida. Esto fue confirmado por el forense que llevaba el caso.

Junto con los restos de Silvia, tampoco fue encontrada su ropa. El cadáver fue hallado totalmente desnudo.

Por más de una semana la Policía buscó la pierna y cabeza de Silvia, hasta con ayuda de los buzos de los bomberos en una poza de la comunidad, pero los resultados fueron negativos.

Jiménez Cantarero cuando fue declarado culpable, en diciembre de 2004. HOY/Archivo

Jiménez expresó a los peritos que tras dejar abandonado el cuerpo únicamente le dijo: “Adiós Silvia”, pero seguía negando la mutilación.

Asesinato atroz

En noviembre de 2004, Pedro Jiménez Cantarero fue acusado en Tipitapa de asesinato atroz.

El 16 de diciembre de ese año, a las 11:10 de la noche el jurado de conciencia emitió su veredicto: culpable. Cuatro días después fue sentenciado a 30 años de prisión en la cárcel La Modelo.

No se volvió a saber del Carnicero de Tipitapa hasta 2008, cuando con la aprobación del nuevo Código Penal, el reo podía pedir reducción de sentencia.

La familia de Silvia temía esto, y además se enteraron que tras los barrotes Jiménez Cantarero se había casado con una funcionaria pública y ahora era pastor evangélico en la cárcel.

En 2009, la Corte Suprema de Justicia le redujo la pena de 30 a 25 de años de prisión, por el nuevo Código Penal.

“Lo que pasa es que ahora (el condenado) es pastor evangélico y da clases en La Modelo. Todo eso se va a revisar, el comportamiento de él. Me parece tan injusto que alguien venga, asesine y (después) como me porto bien (intente) salir tranquilamente”, dijo en esa ocasión Sonia Aguirre, quien siempre ha estado detrás del proceso legal en todas las ocasiones que Pedro Jiménez Cantarero ha intentado salir de la cárcel.

Múltiples intentos de salir

Pedro Jiménez Cantarero, mejor conocido como el Carnicero de Tipitapa, ha hecho múltiples intentos de salir de prisión. Este año cumplió 54 años, de los cuales ha pasado 14 preso por el crimen de su expareja, la joven Silvia de los Ángeles Aguirre Palacios.

En 2010, el abogado de Jiménez solicitó una rectificación de sentencia. Quería que la pena fuera de solo 15 años, pero la juez Primero de Distrito Penal de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria, Roxana Zapata, determinó rechazar el incidente.

En 2017, Jiménez Cantarero volvió a intentar salir de la cárcel. HOY/Archivo

En febrero de 2014, su abogado aseguraba que había cumplido 18 de los 25 años de la sentencia. Oscar Gutiérrez, abogado de Jiménez, dijo que su representado llevaba nueve años y tres meses de formal prisión, más ocho años y 11 meses de abono por trabajo dentro del Sistema Penitenciario, lo que sumaba 18 años y dos meses de pena.

“Mi representado ya cumplió las dos terceras partes de su condena a como manda la ley, por eso tiene derecho a que se le aplique la libertad condicional”, adujo Gutiérrez en esa ocasión y agregaba: “Fue un error que cometió como ser humano, ya pagó y merece otra oportunidad”. La misma juez Zapata rechazó darle la libertad condicional.

En septiembre del año pasado fue su último intento. En la audiencia, Sonia Aguirre le pidió nuevamente que dijera dónde estaban los restos de su hermana, pero Jiménez no contestó.

“Yo sé que existe un Dios que está en los cielos y donde quiera que estén las partes de mi hermana, que descanse en paz y que Dios la tenga y me la deje descansar en paz”, fue lo que dijo Sonia ante el silencio del Carnicero.

Autoridades de La Modelo concluyeron en una evaluación que el reo “no se encuentra apto para reintegrarse a la sociedad” y añadieron: “Durante su permanencia en el establecimiento penitenciario no ha incurrido en actos de indisciplina, (pero) no participa en las actividades de tratamiento, las cuales son fundamentales para el cambio de conducta tomando en cuenta el delito por el que guarda prisión”.

La juez Zapata negó su solicitud de libertad.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí