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Fin de año, ¿y…?

La totalidad de nicaragüenses seguramente se hacen la pregunta que llegamos a otro fin de año, ¿y…? Unos, minoría, porque el Comandante se queda. Otros, inmensa mayoría, porque Ortega sigue en el poder, y más desafiante, en términos retóricos y represivos. A esa totalidad de nicaragüenses nos corresponde considerar algunas cuestiones básicas, que están detrás de esta reflexión de fin de año. A unos les corresponde pensar que la tesis del golpe de Estado contra el comandante no ha sido creída en absoluto. Por ejemplo, y solamente un ejemplo, todas las filiaciones políticas del Parlamento Europeo, desde comunistas hasta neoliberales, votaron esta semana en contra del gobierno de Ortega, y llamaron a que se aplique sanciones.

Para los que nos oponemos a Ortega, conviene reflexionar que en lo más intenso de las protestas pacíficas, y cuando se realizaba la peor de las masacres, siempre demandamos una solución pacífica a la crisis. Y esa solución, incluida la que a través de varios pronunciamientos institucionales respalda el Ejército de Nicaragua y la comunidad internacional, pasa por elecciones democráticas, adelantadas según la oposición, en noviembre de 2021, según el gobierno.

Ortega regresó de la reunión de Alba el fin de semana pasado aún más encendido en su retórica, atacando a empresarios. Recordemos que a inicios de este año aceptó reabrir el diálogo, lo que se anunció después de reunión con el cardenal Brenes, nuncio y grandes empresarios, el 16 de febrero, porque con la proclamación de Guaidó como presidente en funciones de Venezuela, tres semanas antes, se apreciaba inminente la caída de Maduro. Pero, más allá del calor de esa reunión de Alba, ¿quiere Ortega para Nicaragua la misma situación económica de Cuba y Venezuela? ¿Quiere que continúe y profundice la crisis económica? ¿Quiere tensionar al propio FSLN, integrado por pequeños, medianos y grandes empresarios, que representan un tercio, al menos, del sector empresarial? ¿Hasta dónde llegará ese monolitismo del FSLN, con crisis en su sector empresarial? ¿Quiere más sanciones, individuales, empresariales e institucionales?

Al inicio hablé de mayorías y minorías. La única manera de dilucidarlo es con elecciones democráticas. ¿Serán las de 2021, efectivamente democráticas? Depende de circunstancias, incentivos y actores. Entre las circunstancias, luce imposible que Ortega rehaga alianzas nacionales e internacionales que permitieron crecimiento económico autoritario, derivado en dictadura. Entre los incentivos, liberación de presos políticos, restablecimiento de libertades y diálogo, impedirá más sanciones. Entre actores, frente al monolitismo del gobierno, aumentar cohesión de la ACJD, más convergencia con UNAB, y evitar descalificaciones que benefician a dictadura.

Vamos a triunfar. No hay duda. ¡Y será el triunfo de toda Nicaragua, porque será el triunfo de la tolerancia frente a la diversidad de opiniones!

El autor fue candidato a la Presidencia de Nicaragua.

Opinión fin de año FSLN Nicaragua archivo
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