El Liverpool ya es campeón del mundo. Uno de los pocos títulos que faltaban en la abultada sala de trofeos de Anfield (18 Ligas, seis Champions, siete FA Cups…) llegó en Qatar. A miles de kilómetros de Merseyside, los reds sudaron para tumbar al Flamengo. El campeón de la Libertadores claudicó ante el de la Champions en la prórroga. Un ejercicio de supervivencia bajo el calor del desierto en el que Firmino fue un oasis para los de Klopp. El brasileño, salvador y decisivo ante Rayados en semifinales con su diana, encontró petroleo más allá del 90′ para darle al Liverpool su ansiado entorchado. Otro gol para la historia. El líder de la Premier se vengó de la derrota en la Intercontinental del 81 ante los brasileños. Adiós al maleficio del seis veces ganador de la Liga de Campeones.
El partido empezó con chispazos del Liverpool, que estuvo a punto de marcar por parte de Firmino y Mané. Eso, nada más empezar, para ir amedrentando a los campeones de América. Pero no hubo gol entonces.
Y este Jorge Jesús, el técnico portugués del Flamengo, es un grandísimo preparador. Poco a poco, con su táctica, con su toque, con su presión alta a lo Guardiola, el Fla fue cogiendo forma, desatándose… hasta dominar al ‘Pool’ y obligar al equipo inglés a, por otra parte, hacer lo que mejor sabe: correr al contragolpe saliendo de la presión en tres toques, aprovechando el excelente manejo de sus jugadores, desde Alisson hasta Firmino.