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Zayda Hernández: “Toda la vida he detestado a la Juventud Sandinista”

Zayda Hernández: “Si no hacen un paro nacional por las buenas, lo van a hacer por las malas”

En esta entrevista habla sobre las diferencias dentro de la oposición, los señalamientos de antifeminista, un paro nacional, las sanciones contra el régimen y la posibilidad de una gran coalición nacional contra Daniel Ortega

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Antes de que estallaran las protestas estaba viviendo una vida completamente alejada de la política. Pasó por los movimientos universitarios, por la Alianza Cívica y ahora en solitario a veces la vemos lanzarse a protestar a las calles como una “kamikaze”.

En esta entrevista habla sobre las diferencias dentro de la oposición, los señalamientos en su contra de antifeminista, un paro nacional, las sanciones contra el régimen y de cómo pasó de estar en las calles protestando con otros jóvenes a ser parte del inicio del diálogo nacional el 16 de mayo de 2018.

¿Cómo se metió a esto del activismo?
Ni yo misma me lo creo. Anteriormente a esto yo tenía una vida súper tranquila. Pienso que la gran mayoría de la población joven de Nicaragua era apática y muy conforme con todo lo que pasaba. Yo pensaba que los temas de política no me convenían. Sin embargo, andaba incómoda con el tema de Indio Maíz, pero no había podido protestar porque estaba fuera de Managua. Regresé justamente el 19 de abril. Toda la vida he detestado a la Juventud Sandinista, de eso he estado clara siempre. Por lo que representan, no son algo positivo ni para el país ni para la juventud. Miré a la JS en camionetas y encapuchados en la UNI y me fui a asomar a mediodía y llegaron los policías disparando. Fue el único día que nos dieron con balas de salva.

Luego estaba en el primer diálogo. ¿Cómo llegó a formar parte de esto?
Eso tiene que ver mucho con mi personalidad. Los primeros días de protestas fui una persona súper activa y asumí una responsabilidad. En ese momento no sabía en qué me estaba metiendo. Se comenzaron a hacer denuncias públicas y yo no quería aparecer pero siempre llamaba a la gente de los medios. Pasamos de tirar piedras, ir a dejar comida a la Upoli a verme en el famoso tercer piso conformando un movimiento universitario. Nació el Movimiento 19 de Abril y fue para darle cuerpo a las demandas. Luego un grupo de jóvenes enviados por la Conferencia Episcopal llegaron para organizarnos y se formó la Coalición Universitaria. Ellos nos dijeron que habría un diálogo y que “el sector privado estaba listo”, obviamente el gobierno está listo y la sociedad civil y que faltábamos nosotros. De esa manera fui parte del primer diálogo.

Le criticaron mucho por algunos gestos que hizo durante ese primer encuentro.
Eso es súper divertido (ríe) porque no sé cómo crearon esa historia de que yo soy líder MRS, cuando yo ni conozco a sus fundadores. Siempre estoy acostumbrada a que si algo pasa voy a buscar cómo resolver. Ese día nos pusimos todos de acuerdo de que se tenía que romper el orden que Daniel Ortega lleva a sus reuniones. Dijimos que alguien tenía que asaltar la palabra y por su estatura y su voz decidimos que tenía que ser Lesther Alemán, pero en ese momento no aguantaron la presión ni Daniel, Rosario y compañía de los ánimos que estaban. Era una euforia y nos apagaron los micrófonos. Ya el moderador iba a cantar el himno e íbamos a quedar censurados. Yo estaba tras los padres y era la única estudiante que estaba de pie y yo le estaba haciendo señales a Medardo Mairena de que hablara. Entonces comencé a decir que si no nos encendían los micrófonos gritaríamos, pero esa fue la razón porque no creí que un sector tan importante como el campesino se quedara sin hablar.

Luego mucha gente salió de la Alianza. ¿Qué pasó en su caso?
No fue algo que yo por mi voluntad quise. Pero uno sufre maltratos y hay cosas que por las circunstancias y prudencia no se han dicho. El mayor problema para el sector empresarial de la Alianza fue el viaje que hice en junio de 2018 con dos estudiantes más para cabildear en Estados Unidos a favor de la Nica-Act y las sanciones Magnitsky. Al mismo tiempo andaba una comisión de empresarios y otra por parte de la sociedad civil. Ese viaje fue gestión propia con una ONG gringa que nos ayudó con todo lo que tuvo que ver con el viaje y la agenda. El sector empresarial se molestó porque ellos no eran parte de la agenda y los congresistas y senadores no los quisieron recibir a ellos. A nosotros nos dijeron “solo queremos atender a víctimas directas, como estudiantes y campesinos”. En esas reuniones logramos que le quitaran las visas a muchos de la Juventud Sandinista, Policías, hijos de Policías y que luego se aprobara la Nica-Act porque hablamos con Republicanos y Demócratas y más tarde las sanciones Magnitsky.

¿Qué pasó cuando regresaron a Nicaragua?
El presidente del Cosep (José Adán Aguerri) y la presidenta de AmCham (María Nelly Rivas) al presentarles los resultados del trabajo que habíamos hecho nos dijeron que estábamos locos y “que era una locura estar pidiendo sanciones”. En la gira que fue en junio de 2018 pude ver a gente del gran capital que andaba al mismo tiempo que nosotros allá. Mientras nosotros cabildeamos a favor del Nica-Act, ellos cabildeaban en contra de la Nica-Act.

¿Y quién enviaba a estas personas?
Los banqueros y con eso te lo digo todo. Fueron los mismos que luego buscaron el diálogo 2.0. Luego sacaron unos artículos de que nos habíamos reunido con la ultra derecha de Estados Unidos y a raíz de todo eso fue que me retiré de la Alianza. Además siempre pedimos un paro nacional, pero nunca fuimos escuchados y nos dijeron que estábamos vetados para hablar en nombre de la Alianza. Pero aquí estoy y voy a seguir siendo la voz incómoda para muchos y creo que siempre he dicho la verdad.

¿Entonces se están enviando mensajes diferentes desde la oposición?
Mientras unos digan un mensaje en Washington y otros lleven otro, vamos a estar jodidos. Le echamos la culpa a Luis Almagro, pero no entendemos que es que llegan 10 comisiones distintas a hablar 10 tonteras diferentes. Luego dicen que la comunidad internacional no hace nada pero si no hacemos nosotros nada mucho menos ellos. Fuimos y dijimos que había que sancionar al brazo represor con nombre y apellido, luego llegó el sector privado y dijo “no, ahora las sanciones no porque afectan a todos los nicaragüenses”. Luego llega otra comisión y dice que hay que aplicar la carta democrática y después llega otra y dice lo contrario. Eso es lo que está pasando.

¿Dice que el régimen está aliado con el gran capital?
Por su puesto. Hasta el mismo Daniel les dice que mordieron la mano que les ayudó a levantarse y que tiene evidencia de los negocios que se hicieron con el dinero de Venezuela. Los que han logrado sostener a esta dictadura en estos años han sido los empresarios. No todos.

Pero a los empresarios Ortega los ataca y los ha amenazado públicamente, por ejemplo ha mandado tomatierras a algunas propiedades.
No se puede generalizar al sector privado, ni al gran capital. Si bien la mayoría del sector privado quiere un cambio democrático, hay algunos que no quieren y rehúsan a modificar el sistema de privilegios. El sandinismo no perdona la traición y fue lo que pasó con muchos de los que se han aprovechado y enriquecido con el sandinismo. En general, las reformas fiscales y la crisis obviamente afecta a todos por igual, pero muchos aún apuestan por un sandinismo sin Daniel.

 “No soy antifeminista, he leído mucho de feminismo y agradezco mucho a las sufragistas porque por ellas puedo votar. Sin embargo estoy en contra del radicalismo”. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

Antes de que saliera de la Alianza, ¿quiénes presionaban para que se hiciera un paro nacional?
En su momento el sector joven y el sector campesino. Les decíamos que si ya el país estaba trancado, si ya los chavalos estaban atrincherados ¿cuál era la falta de motivación para el sector empresarial para no hacer un paro? Era absurdo. En junio de 2018 el país estaba parcialmente paralizado. Pero siempre han estado interesados en mantener su macroeconomía, sus empresas y sus intereses.

¿Qué les decían?
Nos llegaron a decir “qué barbaridad no dejan pasar mis camiones” y esa era una típica discusión. Si ya estaban peleando porque pasara un camión cuando ya habían tranques, ahora imaginate qué van a evaluar una propuesta de paro. Es absurdo.

¿Cree que nunca habrá un paro indefinido?
Si no lo hacen por las buenas en algún momento lo van a tener que hacer por las malas. Hablo por la economía que cada día va más a pique. Es irónico e incómodo que para más el dictador diga explícitamente que si le tiene miedo a un paro y que los del sector empresarial sigan diciendo que es una actividad que se va a evaluar y que está en la mesa. Mientras este dictador esté, Nicaragua va a seguir sufriendo miseria, caos, destrucción, inversión nacional no habrá y mucho menos extranjera o cierran a las buenas o cierran a las malas. Ante un paro el régimen dice que tiene herramientas jurídicas pero es mentira, lo que tiene son armas.

Supongamos que se hace ese “paro a las malas” ¿qué otras acciones hay que tomar?
Lo hemos venido hablando con varias personas. Si hay paro indefinido hay que estar replegados los primeros días, pero la segunda opción es volver a retomar las calles hasta que se vayan.

¿Ortega ordenaría de nuevo disparar?
Estoy totalmente segura. Él es un asesino. No se nos tiene que olvidar nunca que Daniel Ortega y toda su cúpula son una banda criminal organizada, dispuesta a matar para seguir en el poder.

¿Valdría la pena un segundo baño de sangre?
Es que insisto el baño de sangre siempre está. Todos los días hay un muerto, todos los días hay un torturado. Ayer fue un muchacho, mañana puedo ser yo y vamos a morir de una manera absurda, escondiéndonos pudiéndonos enfrentar a este asesino que tiene miedo. Tenemos miedo nosotros en gran medida, por supuesto, pero más miedo tiene él porque nosotros somos mayoría.

¿De dónde vienen esos señalamientos de que es antifeminista?
Viene de 2018 cuando me invitaron a un foro feminista. Para mí fue una situación bastante incómoda comenzar a escuchar que “la revolución será feminista o no será”. Otra persona dijo que a nosotras las mujeres nos enseñaron a salvaguardar nuestras vidas y dije yo “pero la vida del hombre también cuenta y también vale”. Estaban hablando de estadísticas y porcentajes, y yo pregunté que por qué no estudiáramos y evaluáramos el porcentaje de muertos y de presos a ver de qué género eran. Para concluir yo dije que la revolución iba a ser de todos o no iba a ser. Por eso dicen que soy antifeminista, porque yo creo que ahorita no es el momento para estarnos sectorizando más de lo que ya estamos. Estamos súper polarizados. Creo que son temas importantes por supuesto, pero no es el momento. Ahorita estamos en algo macro que es la salida de este hombre, la liberación de los presos políticos que son hombres y mujeres. Esto es de todos. No es de campesinos, estudiantes, feministas, no es de LGTB, ni de empresarios. Esto es de los nicaragüenses y así tenemos que seguirlo viendo.

¿Qué piensa de esos señalamientos?
Yo no creo que haya que abolir un sistema como piensan muchas feministas radicales. No soy antifeminista, he leído mucho de feminismo y agradezco mucho a las sufragistas porque por ellas puedo votar. Sin embargo estoy en contra del radicalismo. Si creo en el feminismo liberal en la corriente que nació en los años 60 y soy promotora de la equidad. Lo que yo creo es en la igualdad ante la ley. No me interesa si vos te creés una planta y yo la reina Isabel, si ambos somos iguales ante la ley no tengo nada que discutir.

“Mientras nosotros cabildeamos a favor del Nica-Act, ellos cabildeaban en contra de la Nica-Act”. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

La he visto en la calle casi sola protestar frente a policías. ¿Es usted una kamikaze?
Hay una mezcla de cosas detrás de todo eso (ríe). Lo que me motiva es mandar un mensaje y el mensaje es que no pueden controlar todo. Estamos en todos lados. Somos millones de nicaragüenses en contra. Un día podemos estar dentro del Carmen y no se van a dar cuenta. Ese es el verdadero mensaje. No es que yo quiera provocar sino que se den cuenta y que les sirva como bofetada que en cinco minutos podés botar ese pinche Chávez.

Ya se están haciendo acciones para crear una gran coalición nacional.
Eso no es un mensaje que ellos han querido transmitir. Es un mensaje obligado.

¿Por quién?
Por Estados Unidos. Ellos dijeron claramente que si no buscaban cómo formar esta gran coalición no iba a haber más acceso al financiamiento para la lucha cívica. Sin embargo yo no lo miro mal, pienso que todos los esfuerzos de unidad que no sean tan repetitivos y desgastantes para la población son necesarios. Todos los sectores debemos de pasar por un proceso de unión.

¿Con base en qué dice esto sobre Estados Unidos?
Con lo de la presión de Estados Unidos, únicamente se maneja por fuentes ya que son temas que se hablan meramente en reuniones donde no se pasa nada escrito.

¿Se concretará esa gran coalición?
Actualmente y en este escenario lo veo complicado. Lo veo difícil porque luego sale otra unidad, luego una multisectorial y mañana otra, y pasado mañana sale otra. Pienso que hasta que nos vayamos acercando a un proceso electoral en el que no haya ninguna otra salida vamos obligatoriamente a formar esa gran coalición. Mientras uno quiera tener el poder por ser mediático y otro por tener dinero y otros porque creen que se lo merecen, no vamos a poder converger. Hasta que todos dejemos nuestros intereses personales y poner una agenda de país no una agenda de sector hasta ese momento vamos a ver el sol brillar.

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