CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.El aterrizaje de Gerrit Cole en los Yanquis de Nueva York cambiará muchas perspectivas en este 2020. Una de ellas podría ser la utilización del meteórico lanzador pinolero Jonathan Loáisiga, estrictamente como relevista, al menos durante este año que se avecina.
Loáisiga tiene la fuerza, el carácter y el repertorio para abrir juegos: recta que promedió 96.8 millas por hora, curva entre 84 y 85 millas, con una velocidad de rotación de 2,422 revoluciones por minuto, más cambio de velocidad que se mueve a 88-89 millas.
A menudo se habla bastante de la recta de Jonathan, pero la curva es también un recurso clave en su repertorio. Y para ponerla en perspectiva, considere que su disparo de quiebre, se mueve con su spin rate (velocidad de rotación) en el rango que lo hace la de Justin Verlander
Su trabón ha estado en el comando de sus envíos, es decir, lanzar la bola donde desea, porque aunque tiene la brillante frecuencia de 11.2 ponches por cada nueve innings, también acumula 4.5 bases en ese trayecto, lo que limita su habilidad para rematar a los bateadores.
Un trabajo elaborado por el sitio viewsfrom341ft.com, muestra que como abridor, el nica acumló registros de 0-2 y 6.70 en 12 innings y de 2-0 y 3.20 en 19.2 entradas como relevista, con un FIP de 5.88 abriendo y de 4.38 en faenas de relevo.
El FIP es un medidor en el que no se considera el papel de la defensiva, sino que mediante fórmulas se analiza el trabajo del lanzador de forma independiente y tiene más credibilidad que la efectividad incluso. Se toman en cuenta los jonrones, bases, golpes, menos los ponches, entre los innings.
Pero además, como relevista, el nica poncha al 28.4 por ciento de los bateadores que enfrenta. Como abridor al 24.1 por ciento. Incluso, en OPS, que es la suma del porcentaje sobre las bases y el slugging (el poder) y determina la eficiencia ofensiva, está mejor como relevo.
Cuando el nica se mide la primera vez a los bateadores, estos tienen .667 de OPS. La segunda vez, .966, que es élite. Incluso en average, los rivales tienen un promedio de .310 cuando se mide a él como abridor en su primer turno y .247 en su primera aparición si él está en función de relevo.
Es decir, circunstancias en los Yanquis y las estadísticas acumuladas, indican hasta el día de hoy, que Loáisiga tiene su futuro en el bullpen, pero habrá que esperar cómo se desarrollan las cosas a lo interno en los Yanquis. La clave va a ser primero su salud y luego su consistencia.
“Cuando estás en Grandes Ligas, no importa mucho la función que te corresponda. Lo esencial es estar ahí”, suele decir Marvin Benard. Loáisiga está de acuerdo. “No importa abrir o relevar. Lo fundamental es hacer el equipo”, me dijo hace unas semanas.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR