Sacerdote Edwing Román: “Nicaragua está pariendo una nueva historia”

En la homilía de Nochebuena, el padre Edwing Román comparó el sufrimiento que vive Nicaragua debido a la represión estatal con los dolores de una mujer en labor de parto.

“Nicaragua está pariendo una nueva historia, y por eso hay dolor, por eso hay angustia, por eso hay sangre, hay sufrimiento porque Nicaragua está pariendo una nueva historia”, dijo minutos antes de cargar al Niño Dios.
Román es uno de los más destacados sacerdotes de la ciudad de Masaya que ha acompañado a las víctimas de la represión de la dictadura de Daniel Ortega.

En los últimos 42 días, su iglesia ha sido víctima de asedio policial y también del corte inexplicable del servicio de energía, lo que él atribuye a una represalia por su trabajo a favor de los derechos humanos.

Decenas de velas, colocadas por los mismos feligreses en el camino central hacia el altar mayor de la iglesia San Miguel Arcángel, iluminaron la ceremonia de Navidad que presidió el sacerdote Román, en la que hizo un llamado por los que sufren.

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“Con el parto, la mujer que le llega la hora sufre, pero cuando ha nacido ese nuevo hombre, cuando ha nacido se le olvidó todos aquellos dolores a esa mamá, porque se alegra por haber traído al mundo un nuevo ser”, expresó el religioso, haciendo referencia al surgimiento de un nuevo país.

Después de hacer las peticiones en la misa, Román permitió que los mismos católicos pronunciaran sus rogativas: “por los presos políticos”, “por los caídos”, “por las madres”, “por los exiliados”, “por los que no tenemos trabajo”. Y, al unísono, todos respondieron: “¡Rogamos al Señor!”.

El religioso recordó en sus oraciones la anhelada libertad de Nicaragua, la libertad de los presos políticos que injustamente están encarcelados, los más de 80 mil exiliados y la memoria de las víctimas fatales de la dictadura.

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Después de la comunión y la bendición, el sacerdote realizó una procesión en torno al parque San Miguel, donde permanecían unos cinco antimotines. Con la bandera de Nicaragua en sus manos cubrió la imagen del Niño Dios y la cargó durante el corto recorrido. Aseguró que, quizás, la situación del país pareciera no tener una resolución, pero Dios sacará adelante a Nicaragua.

“Lo que ahora parece, quizás un callejón sin salida, ya Dios lo tiene marcado, ya Dios los tiene un punto de llegada con una esperanza. Esta noche es para pensar con optimismo de que no sabemos por donde, pero Dios sacará a flote nuestra patria”.

“Hermanos, pasarán estos sufrimientos, claro que pasarán, no estamos condenados a ellos. Pasará. La alegría que nos quedará será que a en esa hora del parto fuimos cristianos fieles, que no traicionamos a la Iglesia que fundó Cristo, que no vendimos nuestra conciencia, que no señalamos ni vendimos a un hermano, que no torturamos, que no matamos a nadie, ni fuimos complices de crímenes, pero si fuimos cristianos aferrados a la fe en Cristo, que no los dejó vencer el miedo, y asistimos en este momento a Nicaragua de sus dolores de parto (…)”.

La represión a la Iglesia

Desde el inicio de la represión, en abril de 2018, la Iglesia ha denunciado la persecución de algunos de sus miembros. El episodio más reciente fue que el régimen decidió quitarle los fondos públicos que destinaba a varias instituciones religiosas, entre católicas y evangélicas.

En las parroquias de algunas municipalidades, han aparecido pintas acusando a los religiosos de golpistas.

El padre César Augusto Gutiérrez, de la iglesia San Sebastián, en Masaya, debió salir del país para resguardar su seguridad.

El sacerdote Juan Domingo Gutiérrez, vicario de la iglesia San Agustín, en Managua, fue encarcelado.

Gutiérrez dice en entrevista con LA PRENSA que el país está con profundas heridas, sumido en el dolor y que debe restaurarse la paz, la concordia y la reconciliación.

Padre Gutiérrez: “No devolver el mal por mal”

Sostiene que no se puede “devolver mal por mal” y llama a los nicaragüenses a una conversión que nos lleve al perdón y a quienes han hecho el mal a reconocerlo.

Este 24 de diciembre la pareja dictatorial envió un comunicado, en que aseguran tener un “corazón cristiano, solidario y lleno de fe, esperanza y confianza en Dios”, pero el discurso se estrella con la realidad de un país que vive bajo estado de sitio y en el   que las turbas afines al gobierno actúan con violencia, bajo impunidad y con la venia de la fuerza policial.

“El pueblo quiere manifestar un alto para que haya un verdadero proceso de paz y reconciliación. Sin embargo, si por un lado se anuncia que amamos y a la vez hacemos daño no se puede hablar de reconciliación y justicia entre las partes, de modo que el que sigue empecinado en hacer el mal, no quiere entrar en un proceso de reconciliación. No se puede anunciar amor cuando siguen los asesinatos y las violaciones a los derechos constitucionales”, aseguró el padre Juan Domingo Gutiérrez.

El sacerdote sostiene que la reconciliación tiene que venir de todos los ciudadanos, sin embargo, señala que quienes deben dar el ejemplo son aquellos que tienen el poder de decisión.

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“Todos debemos buscar como reconciliarnos para que pueda haber perdón y así podrá venir la paz. La Iglesia católica siempre estará al lado del pueblo sufriente que demanda paz y justicia. Pero este pueblo está herido, hay muchas heridas y la Iglesia llama a la paz porque la Iglesia está al lado de la justicia y si no hay justicia no podrá haber paz”, aseguró el sacerdote.

A la vez, refirió que esta institución seguirá apostando por la vía pacífica y cívica, para que Nicaragua vuelva a estar en paz, lo que compete a todos.