Las denuncias de detenciones de manifestantes opositores al régimen de Daniel Ortega en la frontera sur y norte de Nicaragua por miembros del Ejército de Nicaragua, quienes los interrogan sobre asuntos políticos, son constantes, explicó Pablo Cuevas, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Esta situación, según el abogado Cuevas, es ilegal porque la función de investigar y, por ende, interrogar a personas sospechosas de algún delito le corresponde a la Policía, por lo que el Ejército estaría usurpando funciones.
El último de estos casos fue el del joven exiliado Kevin Román, quien denunció que a la medianoche del 24 de diciembre fue detenido por militares, quienes lo interrogaron sobre su participación en las protestas sociales contra el orteguismo.
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Eso ocurrió cuando a Román le encontraron dos camisetas, una donde sale impreso el rostro de la exrea política Delmis Portocarrero y la otra de la estudiante brasileña asesinada Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha. Ante el hallazgo le dijeron —según su relato— “ahora sí estás hasta la verga”.
La fuerza castrense dijo al respecto que era parte de su trabajo para proteger las fronteras, sin embargo Cuevas asegura que eso se sale de las funciones.
Otros casos denunciados públicamente sobre detenciones hechas por militares son los de Christian Fajardo y su esposa María Dilia. Pero también Edward Lacayo conocido como la Loba, otro preso político, narró en su momento que fue interrogado por militares y civiles, y luego entregado a la Policía según su abogado.
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Para el jurista Julio Montenegro, de Defensores del Pueblo, hay muchos indicios de que el Ejército ha trabajado de forma coordinada con quienes dirigen la represión al pueblo de Nicaragua.
Ejército se justifica
Sobre las denuncias de manifestantes contra militares el Ejército expresa: “En cumplimiento al Plan de Protección de las Fronteras Estatales y la Estrategia de Estado ‘Muro de Contención’ y a las leyes de la República de Nicaragua, es nuestro deber capturar todo elemento sospechoso de ingresar ilegalmente por rutas no autorizadas a nuestro país. Los nicaragüenses que trabajan o viajan a la República de Costa Rica, circulan hacia el país por los pasos legales y en horas laborales, donde las autoridades de Migración y Extranjería y la Policía Nacional brindan las atenciones correspondientes”.