14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Nicaragua, sanciones, Daniel Ortega

No es fácil el camino de la libertad

Derrotar la dictadura de Ortega y conquistar la libertad demandará mucha entrega y voluntad de sacrificio

La frase la profirió el gran líder sudafricano Nelson Mandela. Luchar contra la injusticia del apartheid, o la discriminación racial en su país, le costó personalmente incontables sacrificios, entre ellos 27 años de cárcel. Es parte del drama humano. El conflicto eterno entre el bien y el mal ha exigido siempre batalla. Emblemática en este sentido fue la muerte de Cristo en la cruz y su advertencia a los discípulos: “si a mí me han perseguido también a vosotros os perseguirán”.

Lo bueno siempre cuesta. El camino que lleva al cielo es estrecho y empinado. Derrotar la dictadura de Ortega y conquistar la libertad demandará mucha entrega y voluntad de sacrificio. Contra el empecinamiento de los opresores en mantener los pueblos entre sus garras solo podrá funcionar el empecinamiento de los oprimidos en desatarse de ellas.

Gandhi, quien luchó por la independencia de India a través de la no violencia, fue uno de los grandes protagonistas de esta filosofía. La resistencia pacífica, insistía, solo puede prosperar cuando hay suficientes ciudadanos dispuestos a sufrir por sus ideales. El encarnó su mensaje no solo arrostrando prisiones, sino a través de prolongadas huelgas de hambre; el arma de los débiles. Algo semejante hizo Martin Luther King, el gran campeón negro de los derechos civiles en Estados Unidos. Tuvo que enfrentar la brutalidad policial en Selma sin contraatacar, pero sin retroceder. Al final ambos fueron asesinados.

Pensando en Nicaragua, podríamos preguntarnos: ¿Cuántos hombres y mujeres están dispuestos a luchar por la democracia poniendo en riesgo su libertad? ¿Cuántos estarían dispuestos a exponerse a golpes? ¿Cuántos dispuestos a poner en juego su fortuna o su comodidad? ¿Cuántos a perder la vida? No hay duda de que si hubiese miles de estos los días de la dictadura estarían contados. Porque su fuerza descansa en su capacidad de intimidar, y esta pierde su eficacia ante un pueblo valiente. Solo imaginemos miles de ciudadanos dispuestos a cerrar sus negocios y a otros muchos empeñados en tomar las calles una y otra vez, aunque tengan que desafiar la furia de los policías.

Claro que no se puede romantizar este escenario, porque implica dolor, sangre, muchas privaciones y riesgos. Pero como decía Mandela, el camino no es fácil. Rara vez colapsan las dictaduras sin una oposición decidida del pueblo. A lo largo de la historia la lucha contra los poderes malignos y las injusticias ha demandado grandes cuotas de esfuerzo y sacrificios.

La unidad es un ingrediente indispensable para derrotar la dictadura y conquistar la libertad. Pero no es suficiente. Junto a ella este otro, no menos importante, que es la capacidad de lucha, e incluso de inmolación, de quienes buscan democracia.

El autor lo es del reciente libro de historia: “Buscando La Tierra Prometida”.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí