14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, Mártir de las Libertadas Públicas. LA PRENSA/Archivo

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y sus lecciones sobre una Nicaragua libre a 42 años de su muerte

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal es el único héroe nicaragüense al que se le conoce por haber luchado por establecer la democracia en Nicaragua. A otros héroes, aunque hayan sido demócratas, se les co­noce por su antimperialismo o por sus luchas sociales

El escritor Carlos Castro Jo,  autor del libro “La democracia en el pensamiento de Sandino, Chamorro y Fonseca (con un epílogo sobre Daniel Ortega)” comparte extractos esenciales de su ensayo “Pedro Joaquín Chamorro Cardenal: Ideología y pensamiento democrático”, los que recobran vigencia ante la actual crisis y resurgimiento de una nueva dictadura: la Ortega-Murillo.

Lea: Cronología sobre la prisión que sufrió Pedro Joaquín Chamorro Cardenal en las cárceles de  Somoza

En su estudio critico y comparativo Castro Jo nos ofrece su mirada sobre las ideologías que influenciaron a  Chamorro Cardenal, su pensamiento religioso, democrático y republicano, su sentido de justicia social, libertad y concepto de pueblo.

El periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal escribió editoriales, libros testimoniales , cuentos y novelas, enfocados en su vida, así en lucha por la democracia y libertad de Nicaragua. LA PRENSA/Archivo


“Pedro Joaquín Chamorro Cardenal: Ideología y pensamiento democrático”

Por Carlos Castro Jo:

  • Pedro Joaquín Chamorro Cardenal es el único héroe nicaragüense al que se le conoce por haber luchado por establecer la democracia en Nicaragua. A otros héroes, aunque hayan sido demócratas, se les co­noce por su antimperialismo o por sus luchas sociales, pero a Pedro Joaquín se le conoce por haber caído luchando por establecer ins­tituciones republicanas en el país”.
  • Pedro Joaquín provenía de una familia conservadora prominente, y siempre se le achacaba eso, como que si él hubiera tenido algo que ver con la ideología y las acciones de sus abuelos y de sus padres. Como vamos a ver más adelante, él no era conservador ni militaba realmente en el Partido Conservador. Sin embargo, a él le quedó un resabio del conservatismo de su familia: el catolicismo.
  • Específicamente por seguir el catolicismo de su tiempo, Pedro Joaquín estaba en contra del liberalismo. Él no podía concebir que un religioso criticara a la Iglesia católica y alabara al liberalismo, que era secular y anticlerical, si no ateo. En otro editorial titulado “Los verdaderos reaccionarios” llegó incluso a decir que ser ateo o anticlerical era una influencia jacobina que ya había pasado de moda. Su padre Pedro Joaquín Chamorro Zelaya criticaba al liberalismo por su tendencia autoritaria y anticlerical.
  • Pedro Joaquín se oponía al marxismo y al comunismo por algunas de las mismas razones por las que se oponía al liberalismo. Estas son algunas de ellas: En un editorial titulado “Desorientadores de los obreros” publicado el 29 de julio de 1953 escribió en letras mayús­culas: “DETESTAMOS EL COMUNISMO, PORQUE SOMOS CRISTIANOS”. Otra de las áreas de desacuerdo con el mar­xismo fue la de la lucha de clases. En el editorial titulado Religión y socialismo dijo que “…que la Iglesia no quiere la lucha de clases, postulado esencial del comunismo…”.
  • Pedro Joaquín no creía que la solución a la problemática de Ni­caragua saldría de la resolución de la lucha de clases, en la que, al final, el proletariado destruía a la burguesía. De ahí que el sujeto social del sistema político-económico que preconizaba era otro. Para él, ese sujeto era el pueblo, no el proletariado….En ¿Quién es el pueblo? dijo que el pueblo estaba compuesto por el empresa­rio, el profesional, el obrero, el campesino y el estudiante.
  • Otro de los más grandes desacuerdos de Pedro Joaquín con el marxismo tiene que ver con el tema de la libertad, la democracia y el imperialismo. Este se puede ver en su actitud con respecto a Estados Unidos y la Revolución cubana. Estados Unidos, obviamente, representa la democracia li­beral y republicana, pero también el imperialismo; Cuba representa el comunismo y el marxismo-leninismo.
  • Lea también:  Rubén Darío: Nuestro gran educador y una de las más altas cimas de la poesía universal
  • LA PRENSA/Archivo
  • Pedro Joaquín era anticolonialista, pero no antimperialista, o por lo menos no lo era en el sentido que Lenin o Sandino le daban a este término, o sea, de un imperialismo financiero. Para Pedro Joaquín imperialismo era sinónimo de colonialismo. “Imperialistas son los países que colonizan, los que cogen territorios ajenos para someterlos a su férula…”, dijo. Y él no estaba a favor de este tipo de imperialismo como se puede ver en su posición sobre Belice, que en su tiempo era una colonia inglesa.
  • Pedro Joaquín era, además, nacionalista y creía que la inversión extranjera debía regularse y que las empresas extranjeras tenían que pagar sus impuestos y no explotar a los trabajadores.
  • Imperialismo para él era imponer ideas por la fuerza. La solución para el problema del imperialismo era la demo­cracia, o sea, que había que darle al pueblo la decisión de si quería adoptar una idea o no. Él estaba convencido de que el pueblo no estaría de acuerdo con el autoritarismo ni con el comunismo, el pueblo estaría a favor de la libertad y del capitalismo.
  • Con respecto a la Revolución cubana, como demócrata, capitalista y católico, él se opuso al sistema que impuso Fidel Castro en Cuba. Después del triunfo de la revolución, Pedro Joaquín fue a Cuba como miembro de una delegación en la que participaban, entre otros, Rey­naldo Antonio Téfel y Enrique Lacayo Farfán, a buscar ayuda para derrocar a Somoza. Esta es otra prueba más de que no consideraba imperialismo la ayuda de otra nación para implementar la democra­cia en Nicaragua; a Cuba fue precisamente a buscar ayuda.
  • LA PRENSA/Archivo
    LA PRENSA/Archivo
  • Las doctrinas que influenciaron a Pedro Joaquín fueron la demo­cracia cristiana y el republicanismo. Edmundo Jarquín Calderón escribió una biografía de Pedro Joa­quín titulada “Pedro Joaquín: ¡Juega!”. En ella Edmundo Jarquín dice que “(l)a doctrina social de la iglesia, desde Rerum Novarum de León XIII, hasta Mater et Magistra de Juan XXIII, le eran profun­damente conocidas. Citaba párrafos de memoria y manejaba sus conceptos. Además había leído a Jacques Maritain…”.
  • ¿Qué posición hubiera tomado sobre el matrimonio entre perso­nas del mismo sexo o el aborto terapéutico? Como la lucha contra la dictadura era la prioridad en su tiempo, Pedro Joaquín no tuvo que tomar posiciones con respecto a esos temas y no se puede sa­ber si hubiera tomado la posición de la socialdemocracia o la de la democracia cristiana.
  • Pedro Joaquín, aunque era socialcristiano, no fue militante de ningún partido socialcristiano. En 1965 ingresó al Partido Conser­vador, pero, según Edmundo Jarquín, “Pedro no fue un conser­vador militante ni un militante conservador”.
  • Su lema de “Nicaragua volverá a ser república”, expresado en un editorial que publicó el 8 de julio de 1962, también es testimo­nio claro de lo mismo. Este lema se refería a la república conserva­dora del siglo XIX, pero eso no quiere decir que quería regresar a esa república. Él dijo que la república conservadora no era una democracia en el sentido moderno, “no era una República per­fecta”, como dijo él, pero tenía alternabilidad en el poder… con “de­mocracia y libertad”.
  • Pedro Joaquín se consideraba sandinista desde antes que apareciera el FSLN, pero Carlos Fonseca y él no tenían la misma interpreta­ción del pensamiento y lucha de Sandino. En el editorial “Sandino: nacionalista pero nunca comunista”, Pedro Joa­quín argumentó que Sandino no era comunista, y que los comu­nistas tampoco estaban de acuerdo con Sandino, por lo cual, en su opinión, identificarlo con los comunistas era una tergiversación de la lucha de Sandino.
  • Pedro Joaquín, que ya había intentado la vía armada en Olama y Mollejones, tenía otro análisis de la situación. En 1963, un presidente que no era un Somoza había llegado a la presidencia: René Shick. Este había prometido democracia, especialmente libertad de prensa y elecciones libres, y Pedro Joaquín decidió probar si cumpliría con la promesa y trató de acabar con el régimen somocista por la vía cívica. Por eso decidió participar en las elecciones de 1967, en las que se postuló para la presidencia Anastasio Somoza Debayle por primera vez.
  • Claudia Lucia Chamorro hija de Pedro Juaquin Chamorro, muestra parte de los libros que publicó su padre, entre testimonios, cuentos y su novela “El enigma de las alemanas”. LA PRENSA/Archivo
  • Pedro Joaquín desarrolló con claridad su concepción de la demo­cracia en una serie de editoriales que publicó en La Prensa y, más tarde, recopiló en un libro titulado “5 p.m”. En el editorial titulado Democracia, administración, gobierno y… “mando” definió la demo­cracia así: “…es una forma de gobierno popular, escogido por las mayorías y cuya organización está encaminada principalmente al beneficio del pueblo”. También se refirió a la libertad de expre­sión a nivel nacional y a nivel de partido. 
  • Pedro Joaquín creía que la falta de democracia era la causante de los principales problemas que aquejaban a Nicaragua. En un editorial titulado “El producto de negar elecciones” dijo: “Por negar elecciones generales justas se han levantado en el país ejércitos liberales con­tra gobiernos conservadores, y ejércitos conservadores contra go­biernos liberales produciendo enormes derramamientos de sangre preciosa”.
  • LA PRENSA/Archivo
    LA PRENSA/Archivo
  • Él era el intelectual más importante del sector ilustrado de la clase alta de la sociedad nicaragüense. Su pensamiento no representaba a los estratos reaccionarios del país. Él estaba a favor de la redistribu­ción de la riqueza, del aumento de salarios para los trabajadores, de un código del trabajo que protegiera a los trabajadores, de dotar a los campesinos de propiedad privada y ayudarles a ser productivos con créditos y asesoramiento, de un sistema de bienestar social.
  • El empecinamiento de Somoza en mantenerse en el poder por la fuerza y el asesinato de Pedro Joaquín le cerró las puertas al cambio cívico y se las abrió al movimiento que se opuso a la dictadura con las armas en la mano, el FSLN.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí