El alza en los precios del queso, crema, manteca, maíz, huevos y otros productos utilizados como insumos en la producción de rosquillas afecta a los más de 50 talleres de esta industria en el municipio de Yalagüina y la ciudad de Somoto, zonas del departamento de Madriz.
El queso, que a inicios de enero costaba 50 córdobas la libra, se oferta actualmente entre 60 y 65 córdobas, mientras que el bidón de aceite pasó en las últimas dos semanas de 520 a 750 córdobas. La carga de 300 rajas de leña para encender los hornos tradicionales pasó de 350 a 480 y hasta 500 córdobas, también la panela (tapa) de dulce de caña subió de costo, según afirman propietarias de los talleres de rosquillas que fueron consultadas este lunes.
Otro producto que ha subido de precio es el quintal de maíz utilizado para la producción de la masa, y que antes de enero costaba 350 córdobas el saco y ahora su precio ronda en los 600 córdobas el quintal.
“Estamos contra la pared, porque no podemos subirle el costo a la bolsa de 25, 50 y 100 unidades de rosquillas, porque, de por sí, las ventas han caído este año y algunas propietarias hemos tenido que reducir personal y a la vez los días de producción”, señaló Luisa Alberta Martínez Lazo, propietaria de una de los talleres en Yalagüina.
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Martínez también dijo que en las reuniones que han sostenido con las autoridades del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), de la alcaldía de Somoto y Yalagüina; y del Ministerio de Economía Familiar Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (Mefcca) les han recomendado reducir el tamaño de las rosquillas y el personal para disminuir las pérdidas.
“Si esto así no estamos vendiendo, ahora imagínese si reducimos el tamaño de la forma original que por años hemos elaborado las rosquillas aquí en Yalagüina y Somoto”, comentó otra propietaria de un taller de rosquillas en Yalagüina, y que prefirió omitir su nombre porque teme que por emitir una opinión la pueden castigar con el financiamiento del Mefcca, el apoyo que les da Intur y la Alcaldía de este municipio madricense.
Otras mujeres empresarias de los talleres de rosquillas de la ciudad de Somoto manifestaron que desde abril del 2018, cuando iniciaron las protestas sociales en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, las ventas se cayeron a nivel local, regional y nacional, e incluso las exportaciones que se venían realizando a Estados Unidos, España, El Salvador y Costa Rica, entre otros países, donde ya habían logrado establecer pequeños mercados.
“Las ventas se han caído porque ya no vienen turistas extranjeros a Somoto, y los pocos que vienen son nacionales que ni tan siquiera se hospedan en los hoteles, porque después que salen del Cañón de Somoto se van en unos buses viejos que los traen a pasear y hasta vienen con sus morralitos de comida. Entonces que van a comprar”, dijo María Ester Sandoval Herrera, dueña de un pequeño puesto de rosquillas en Somoto.
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“A eso hay que agregarle el alza en el consumo de la energía y el agua y los impuestos que pagamos en la renta y la alcaldía”, comentó otra dueña de un pequeño taller de rosquillas en Somoto. “Nosotras hemos disminuido la producción de rosquillas y de personal porque las ventas se han puesto malas”, señaló en tanto, Vilma Martínez Osorio, dueña de un pequeño taller de rosquillas en Somoto.
Ni las ferias ayudan a mejorar las ventas de rosquillas
A pesar de que las autoridades de Intur y las alcaldías de Somoto y Yalagüina se esfuerzan realizando ferias, festivales y otros eventos para promover las ventas de las rosquillas, con la participación de las propietarias de los talleres, estas cuentan con poca concurrencia de la ciudadanía, por lo que no logran generar ventas.