La política de reducción del subsidio eléctrico que el régimen de Daniel Ortega continúa implementando este año también alcanzó a los jubilados, particularmente aquellos que consumen entre 151 y 1,000 kilovatios horas por mes, que deberán asumir un mayor peso de la factura a partir de enero, según lo acordado con Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2017.
Esto forzará a que los adultos mayores, ya afectados por la decisión del Gobierno de no revalorizar en el 2019 por completo las pensiones, hagan enormes esfuerzos para no rebasar los 150 kilovatios mensuales, para que el Estado les siga subsidiando el 50 por ciento de la factura eléctrica.
Resulta que en 2020 entró en vigencia el tercer recorte del subsidio eléctrico para los jubilados establecido en la reforma a la Ley 160, Ley que Concede Beneficios Adicionales a las Personas Jubiladas en el 2017.
La variación en los rangos
Ahora tras el tercer ajuste, los jubilados que consumen entre 151 hasta 300 kilovatios horas al mes, recibirán un subsidio sobre la tarifa de sus primeros 150 kilovatios de consumo, del 35 por ciento este año, cuando hasta el 2019 la subvención era de 40 por ciento, que de por sí era menor al 45 por ciento en el 2018.
El objetivo es que al finalizar el 2022 los jubilados que consuman entre 151 y 300 kilovatios solo tengan un descuento del 25 por ciento, sobre los primeros 150 kilovatios. Los otros 149 kilovatios se pagan a precio de mercado, que acumulan un alza cercana al 20 por ciento en el 2019.
Pero serán los jubilados que consuman entre 301 y 1,000 kilovatios por horas por mes, los que sufrirán una reducción mayor en el subsidio, porque del consumo de sus primeros 150 kilovatios el año pasado fue subsidiado el 30 por ciento y ahora será el 20 por ciento. Al término del 2022, quienes estén en este rango pagarán la tarifa correspondiente y ya no tendrá subvención.
Por ejemplo, si un jubilado factura 3,000 córdobas por 301 kilovatios, el Gobierno le subsidiará un 20 por ciento del costo de los primeros 150 kilovatios en lugar del 30 por ciento en el 2019. El objetivo es que en el 2022 este segmento de jubilado pague el costo total por esos 301 kilovatios, tras un cuarto recorte previsto para el 2021.
Con menos ingresos van a pagar más
Donald Soza, exfuncionario del INSS y asesor independiente en seguridad social, señaló que al pensionado le está saliendo más cara la tarifa lo que va en detrimento de su poder adquisitivo, ya azotado por los incrementos en la canasta básica, que hasta julio del año pasado se había encarecido más de 600 córdobas en cuatro meses de vigencia de la reforma a la Ley de Concertación Tributaria.
“Los jubilados siguen siendo afectados, y con menos pensión porque el año pasado no se le reconoció la totalidad del porcentaje de la devaluación y encima de eso ahora tienen que asumir esta otra carga, esta es una afectación porque con menos ingresos vas a pagar más”, detalla Soza.
El abogado Juan Carlos López, asesor en temas de ayuda al consumidor manifestó que el impacto es familiar, no afecta solo al jubilado.
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“Normalmente la abuelita o el abuelito, es el dueño de la casa, entonces la factura está a nombre de esa persona y viven los nietos, los hijos, entonces eso repercute en la economía de la familia y si a eso le sumas que muchos adultos mayores con su pensión le ayudan al hijo o al nieto, entonces la pensión está mermada”, dijo López.
Subsidio es solo para los primero 150 kilovatios
López explica que antes la ley subsidiaba hasta un 50 por ciento los primeros 150 kilovatios, independientemente del cual fuera el consumo, pero eso cambió desde el 2018 cuando se empezó la política de ajuste en todo mercado eléctrico, que alcanzó a este segmento poblacional afectado también por la política de austeridad del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social en materia de gasto social.
“Es decir que si consumís más de los 150 kilovatios, los 150 son subsidiados (hasta un 35 por ciento) y el resto se paga el valor correspondiente, eso es lo que la diferencia de la tarifa social, porque con la tarifa social si te pasas de los 150 perdés el subsidio y con los jubilados no es así”, dijo López.
El economista Javier Mejía, del Centro Humboldt sostuvo que como sucede con la tarifa social, se ha focalizando este subsidio de manera que al término del 2022, se mantendrá el 50 por ciento solo para quienes consumen hasta 150 kilovatios, quienes consumen de 151 a 300 kilovatios recibirán un subsidio del 25 por ciento en los primeros 150 kilovatios y los que consuma más de 300 kilovatios perderán el derecho al beneficio en el 2022.
Todo el ajuste está contemplado en el artículo 6 de la Ley 160, Ley que Concede Beneficios Adicionales a las Personas Jubiladas. Este beneficio era recibido por todos los jubilados desde 1993.
Se desconoce cuántos pensionados que consumen entre 151 kilovatios y 1,000 kilovatios estarán afectados por esta política de ajuste en el subsidio, pero según el anuario estadístico del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el sistema tenía más de 200 mil beneficiarios de los servicios del instituto.