Los movimientos sociales, gremios, organizaciones y, sobre todo, los partidos políticos que deseen ser parte de la Coalición Nacional tendrán que demostrar su lealtad al pueblo, rompiendo los vínculos con la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que ha causado luto, encarcelamiento, exilio y profunda crisis económica al país.
Eso es parte del código de ética en el que trabajan la Alianza Cívica (AC) y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), como requerimientos para los diferentes sectores que deseen ser parte del amplio bloque opositor contra la ambición de Ortega de mantenerse en el poder.
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica, así como los miembros del consejo político de la UNAB, Violeta Granera y Félix Maradiaga, explicaron —por separado— que el objetivo es que el próximo 25 de febrero se presente la proclama de la coalición, donde se espera tener avanzado el acuerdo de unidad con los diferentes sectores.
Chamorro explicó que quienes quieran sumarse deben “anteponer cualquier tipo de interés ante los intereses de la patria”. Tampoco deben, agregó, tener ningún tipo de relación o colaboración con la dictadura. Tercero, (deben tener) honestidad y estar comprometidos con la no violencia”, indicó el directivo de la Alianza.
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El 17 de enero, la oposición lanzó una convocatoria para la conformación de la Coalición Nacional, que tendrá como objetivo agrupar a todos los movimientos, gremios, organizaciones, asociaciones y partidos políticos para formar un núcleo opositor de cara a las próximas elecciones nacionales en 2021. El fin es sacar del poder a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo por la vía electoral.
Existe una comisión de enlace conformada por ocho personas: cuatro de la AC y cuatro de la UNAB, encargadas de tener reuniones bilaterales con los representantes de cada organización política y movimientos sociales que integrarán la Coalición, con quienes abordarán el código de ética, el organigrama y el plan de país.
Chamorro aseguró que la conformación de la Coalición Nacional avanza de manera positiva “y será una realidad, pese a las intenciones del régimen de boicotear el proceso de unidad en la oposición”.
Partidos políticos deben probar ser leales
El consejo político de la UNAB trabaja en un plan de desobediencia civil que reactivarán con piquetes, plantones y marchas para demandar la liberación de los más de 65 presos políticos, como presionar porque se aprueben reformas electorales que permitan elecciones transparentes.
Una de las demandas a los partidos políticos sería no sentarse con el partido del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) a negociar las reformas electorales que el régimen pretende imponer en la Asamblea Nacional.
“El pueblo de Nicaragua no está aceptando reformas unilaterales, no acepta más de lo mismo. No vamos a aceptar reformas superficiales que quieran engañar inútilmente a los nicaragüenses”, dijo Granera, del consejo político.
La UNAB recordó que en los pronunciamientos de la comunidad internacional se ha dejado claro que el régimen Ortega-Murillo debe reanudar el diálogo con la oposición agrupada en la AC y el resto de sectores sociales.
“Hacemos un llamado a los partidos políticos que están en la Asamblea Nacional para que no entren en el juego de Ortega, y desde las organizaciones que buscamos la Coalición Nacional, es unirnos todos para parar estas pretensiones que tiene la dictadura”, afirmó Granera.
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La aceptación de los partidos políticos, los movimientos sociales y todos los sectores del país a conformar el bloque opositor será con base a que “demuestren con hechos su ruptura con la dictadura y el apoyo a la defensa de las libertades”, refirió Granera.
El régimen anunció que la reforma electoral será realizada por la Asamblea Nacional con los partidos políticos con personería jurídica, de la que se excluirá a la AC, la UNAB, agrupaciones sociales, campesinos y demás sectores que han liderado la resistencia desde abril del 2018.
Anunciarán proclama el 25 de febrero
Por su parte, Maradiaga refirió que el próximo 25 de febrero presentarán la proclama sobre los avances de la inclusión de los diferentes sectores en la coalición.
La comisión tripartita que conforma la AC, la UNAB y los expertos electorales, ha sostenido conversaciones con el Partido de Restauración Democrática (PRD), cuyo presidente es el reverendo Saturnino Cerrato, que habría expresado su interés de unirse. Las reuniones se extenderán con todos los partidos.
Las bases del código de ética a exigirse a todos los integrantes de la Coalición Nacional, además de “muestras de certeza clara de ruptura con el régimen”, serán el compromiso con las víctimas de la represión, con la demanda de la justicia transicional, con la libertad de los presos políticos, el retorno seguro de los exiliados, así como una reforma electoral profunda.
Maradiaga también dijo que conversan con representantes de la comunidad internacional con el fin de identificar los parámetros para reconocer como legítimo un proceso electoral. “Cualquier reforma electoral que no dé certeza a los nicaragüenses que van a las elecciones y a la comunidad internacional, va a llevar a un proceso electoral que no tendría ninguna credibilidad”, afirmó.
Las declaraciones de Maradiaga y Granera se dieron posterior a la juramentación del consejo político de la UNAB para el período 2020, acto que fue asediado por varias patrullas y antimotines de la Policía Orteguista.