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LA PRENSA/Istock

Rubén Darío viene a constituir una obra clásica, resistente al tiempo y lecturas inagotables aún en el siglo XXI

El Festival Internacional de Poesía de Granada presentará en La Casa de los Tres Mundos a los amantes del Modernismo, maestros y alumnos, el ensayo: La intertextualidad entre el soneto para Cervantes y Letanías de nuestro señor Don Quijote de Rubén Darío

Como parte de su programa mensual de los jueves literarios, el Festival Internacional de Poesía de Granada, presentará la ponencia didáctica dirigida a maestros, alumnos y público en general interesados en los escritos darianos.

Esta será impartida por el escritor Anastasio Lovo, titulada: La intertextualidad entre el soneto para Cervantes y Letanías de nuestro señor Don Quijote de Rubén Darío, próximo jueves 30 de enero a las 4.30 p.m., Casa de los Tres Mundos, de Granada.

Lovo (Nicaragua, 1952), poeta y crítico literario ha publicado los libros de poemas:  Sonatas del Poder (1979), Mitopoiesis (1973), y  la novela La mujer que olvidó el amor (2000). Fue presidente del Centro Nicaragüense de Escritores.

Lea: Anécdotas y curiosidades sobre Rubén Darío desde su infancia hasta su trágica muerte

Rubén Darío. Retrato al óleo pintado por Sergio Velásquez. LA PRENSA/Arnulfo Agüero/Archivo

Aquí les compartimos su escrito:

La labor literaria de Rubén Darío viene a constituir una obra clásica, resistente al tiempo y de lecturas múltiples e inagotables aún en el siglo XXI. Al decir del Señor Darío Villanueva, director de la Real Academia de la Lengua Española, Rubén Darío, el poeta, capitán del modernismo que revoluciona la literatura y la cultura hispanoamericana, comparte con  Miguel de Cervantes y Saavedra, creador de la novela moderna, la cima literaria de la lengua española.

Miguel de Cervantes Saavedra y Rubén Darío, el primero castellano nacido en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547 y fallecido en Madrid, el 22 de abril de 1616; y el segundo nicaragüense nacido en Metapa,hoy Ciudad Darío, departamento de Matagalpa, el 18 de enero de 1867 y fallecido en León el 6 de febrero de 1916.

Lea también: Así fueron los funerales de Rubén Darío

¿En qué momentos y lugares se tocan estos dos genios de la lengua española? En la poesía de Rubén Darío, segundo en el tiempo ya que nace 320 años después de Cervantes. Para Darío, Cervantes es un modelo, un paradigma, donde están depositadas el heroísmo, las hazañas, los sueños, la hidalguía y la utopía del ser español y vía mestizaje, del ser hispanoamericano.

La poesía y la obra literaria de Rubén Darío están tejida por constantes alusiones, denotaciones y connotaciones a El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, el personaje de la novela que lleva este nombre y Miguel de Cervantes.

Pero hay dos poemas claves para entender el respeto, la devoción,  la relación y el amor de Darío por Cervantes. Me refiero a Un soneto para Cervantes y Letanías a Nuestro Señor Don Quijote.

Un soneto para Cervantes

Horas de pesadumbre y de tristeza  11 A
paso en mi soledad. Pero Cervantes 11 B
es buen amigo. Endulza mis instantes 11 B
ásperos, y reposa mi cabeza. 11 A

Él es la vida y la naturaleza, 11 A
regala un yelmo de oros y diamantes 11 B
a mis sueños errantes. 7 B
Es para mí: suspira, ríe y reza. 11 A

Cristiano y amoroso y caballero, 11 C
parla como un arroyo cristalino. 11 D
¡Así le admiro y quiero, 7 C

viendo cómo el destino 7 D
hace que regocije al mundo entero 11 C
la tristeza inmortal de ser divino! 11 D

Este poema de Rubén Darío se publicó originalmente en la revista Helios (Madrid), IX, 1903, p. 37, con dedicatoria “A Ricardo Calvo”. En 1904 se reprodujo en tres revistas de Hispanoamérica, con el título “A Cervantes» y finalmente, al año siguiente quedó recogido en Cantos de vida y esperanza.

El texto es un poema modernista ya que su ritmo está construido en  versos endecasílabos de 11 sílabas y con heptasílabos, versos de siete sílabas. Y la rima es consonante así: ABBA, ABBA, CDC, DCD.

Lea además:  Libro sobre Rubén Darío revela cartas, poemas y ensayos de Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura

LA PRENSA/Istock

El segundo texto que nos ocupa es: 

Letanías de Nuestro Señor Don Quijote

Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad…

¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!

¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!

Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.

¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!

¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel Pro nobis ora, gran señor.
¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor!

Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!

De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad…

¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón! 

De este poema el profesor José Carlos Rovira de la Universidad de Alicante, en un análisis que del texto hace, dice: En 1905 escribe Rubén Darío la Letanía de nuestro señor don Quijote que se integra en Cantos de vida y esperanza. Se trata de una de las conmemoraciones cervantinas más importantes del año del centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, por las resonancias culturales y sociales que se identifican en ese texto que es la culminación de una larga trayectoria cervantina del poeta.

Por su parte la Nydia Palacios en sus comentarios a los poemas de Canto de Vida y Esperanza en el libro Rubén Darío Azul… Prosas Profanas Cantos de Vida y Esperanza publicado en cooperación por la Universidad de Alcalá y la UNAN en 2008), informa y analiza su métrica.

Dice Nydia Palacios cito: “El poema lo dedicó Darío a Francisco Navarro Ledesma, ilustre cervantista y director por entonces de la revista Blanco y Negro, en la que el poeta colaboraba  ocasionalmente. Está compuesto por doce estrofas de seis versos (excepto la tercera estrofa que tiene siete, y la décima, ocho), dodecasílabos (de 12 sílabas) en su mayor parte. La rima es consonante, cada estrofa comienza con un pareado (tristes/vistes, peregrinos/caminos, caballeros/fieros), mientras que en los demás versos la rima es AA, BCCB, salvo en la 3ª y 10ma estrofa que tiene rima consonante alterna.”

Reparemos en esto, las formas poéticas de estos textos, son el soneto y las letanías. El soneto es una forma clásica de hacer poesía para las lenguas occidentales, que debe contar de 14 versos y debe estar divididos en dos cuartetos y dos tercetos; es decir las dos primeras estrofas deben ser de cuatro versos y las  de tres versos cada una.

En cambio la forma poética letanía tiene un origen religioso, basta recordar las letanías que se rezan en el rosario a la Virgen María. Su fuerza es religiosa, sagrada y de fé. Además posee un ritmo incantatorio por lo repetitivo y rítmico.

¿Pero Rubén Darío logra tejer un espacio intertextual entre ellos?  ¿Es decir estos poemas tienen vasos comunicantes entre sí? Eso intentaremos despejar muy brevemente para no abusar del ocupadísimo tiempo de ustedes.

Escritor Miguel de Cervantes. LA PRENSA/Istock

¿Qué es lo intertextual?

El semiólogo Tzvetan Todorov sobre la  intertextualidad enuncia lo siguiente: Así ocurre con el discurso mismo, que lejos de ser una unidad cerrada, siquiera sea sobre su propio trabajo, es trabajado por otros textos -“todo texto es absorción y transformación de una multiplicidad de otros textos”-, atravesado por el suplemento sin reserva y la oposición superada de la intertextualidad. 

La intertextualidad entre el soneto y la letanía, la analizaremos escuetamente a través de tres elementos: a. El autor y el personaje; b. Citas y referencias a otros textos de la literatura; y c. La visión de mundo compartida por los textos y por Darío y el personaje de Cervantes.

Al autor de la obra fundadora de la novela en lenguas occidentales, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Don Miguel de Cervantes Saavedra, Rubén Darío le dedica un soneto; y al personaje Don Quijote, le dedica sus Letanías.

Darío escribe que al leer la obra de Cervantes, encuentra consuelo. En el soneto el personaje don Quijote, se convierte para Darío en un paradigma, un modelo de humanidad. Alguien que lucha contra las injusticias, las monstruosidades de la realidad y buen caballero andante, protege a las viudas y los desamparados.

Entonces una primera conexión entre el soneto y las letanías, es Don Quijote de la Mancha, a quien poetiza Darío como vida, naturaleza, siente protegido sus sueños errantes  con un yelmo de oro y diamantes; también lo siente como un ser vivo no como un personaje de novela, para Darío el Quijote suspira, ríe y reza, es cristiano, amoroso y caballero, habla como arroyo cristalino y le confiesa su admiración, su amor y lo señala como un inmortal.

Este ser extraordinario descubierto por Rubén en el soneto, pasa a ser una figura divina, tutelar, modélica, al que se le dedican las letanías. Leamos:

¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!

¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel Pro nobis ora, gran señor.
¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor!

Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios. 

Darío se compadece de Don Quijote, quien ha sido convertido por su gloria y el orgullo español en una celebridad que es sometida a todo tipo de honores buenos y malos.

Darío le dice, lo que hoy nosotros le podemos decir a Darío con sus propias palabras:

¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón! 
 

Rubén le suplica a Don Quijote que nos libre de varios males de ese mundo que ellos critican y adversan:

De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!

De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!

  1. Citas y referencia a otros textos de la literatura:

En Un soneto a Cervantes, está la referencia obvia a la obra El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

En Letanías vamos encontrar referencia intertextuales con:

Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla.

A Rolando, héroe de la canción de gesta francesa, la famosa canción de Rolando.

Al caballo Clavileño, que es un potro de madera que hicieron unos nobles para burlarse de la fantasía de Don Quijote y de la materialidad de Sancho Panza.

A Pegaso, caballo alado de la mitología griega que Rubén siente que es su caballo su medio de transporte para llegar a Don Quijote.

Pero mejor escuchemos los versos donde están contenidos estos personajes que marcan una intertextualidad:

Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.

También hay una mención a Segismundo, célebre personaje de la obra La vida es sueño de Don Pedro Calderón de la Barca.

Y en esa misma estrofa se menciona, al príncipe Hamlet de Dinamarca, personaje de la obra que lleva su nombre, del autor cumbre de la lengua inglesa William Shakespeare.

Veamos:

¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor! 

Y por último hay una mención crítica de Nietszche, Friedrich Nietszche, el filósofo alemán que postuló la necesidad de un super hombre del futuro y que los nazis alemanes tomaron como divisa de su ideología, para postularse ellos como superhombres y eliminar a las razas inferiores; judíos y no arios en general.

Leamos el crítico verso de RD en las Letanías, que funciona como toda una oposición al espíritu de Don Quijote:

De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor, …
 

  1. La visión de mundo compartida entre los textos escritos por Darío y el personaje de Cervantes. Una visión de mundo amorosa, cristiana, santificada, heroica, sacrificada, soñadora y utópica.

Una visión protegida en los dos poemas por un objeto mágico: Un yelmo.

Veamos en el Soneto, el verso del yelmo:

regala un yelmo de oros y diamantes 11 B
a mis sueños errantes. 7 B

Y en Letanías, este objeto simbólico, mágico, protector de la cabeza, sede de la imaginación, la fantasía, los sueños, aparece así:

¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!

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