Nicaragua es de los países más corruptos del mundo, título deshonroso que comparte con Irak, Libia y otras naciones africanas y de Medio Oriente, reveló un informe del organismo Transparencia Internacional publicado este 23 de enero.
El reporte específico sobre el Índice de Percepción de Corrupción en 2019 en América Latina colocó nuevamente a Nicaragua como uno de los tres Estados más corruptos de la región, solo por detrás de Haití y Venezuela.
“En Nicaragua está aumentando el descontento social y las violaciones de los derechos humanos. Los servicios públicos y los procesos consultivos en la toma de decisiones son deficientes en este país”, es parte de la valoración de Transparencia Internacional.
El Índice de Percepción de Corrupción calificó a Nicaragua con un puntaje de 22 sobre un máximo de 100. Además le colocó en el puesto 161 de 180 países a nivel mundial.
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“Hay poca o ninguna consulta sobre decisiones políticas con grupos políticos, sociales y empresariales en el país. La sociedad civil y los partidos de oposición son sistemáticamente excluidos del proceso político, mientras que los grupos críticos con el gobierno operan en un entorno cada vez más restrictivo”, expone sobre Nicaragua Transparencia Internacional.
Con puntajes de 22 y 29 respectivamente, Nicaragua y México están en declive significativo en el IPC desde 2012. Durante este período Nicaragua perdió siete puntos.
Aumento de corrupción ha sido más acelerado
El incremento de la corrupción ha sido más acelerado durante el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, cuya administración es señalada en distintas investigaciones periodísticas y de organizaciones internacionales de enriquecimiento ilícito con fondos públicos por parte de familiares y allegados a la pareja presidencial.}
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La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) explicó que “la desmejora de la posición de Nicaragua y la disminución en el puntaje reflejan un deterioro en la transparencia con la que operan las instituciones públicas durante la administración del Gobierno”.
Para Funides, el Índice de Percepción de la Corrupción “evalúa tanto el comportamiento corrupto en la administración pública como las debilidades en los mecanismos para prevenir la corrupción”, y son áreas donde Nicaragua enfrenta grandes debilidades.
La Contraloría General de la República (CGR) es una entidad anulada de facto, puesto que se le cuestiona por no investigar y exonerar los casos de corrupción atribuidos a los funcionarios del régimen orteguista. Esa es una instancia políticamente parcializada a favor del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El excontralor Agustín Jarquín señaló entre los factores de la corrupción en el país el control partidario sobre los entes fiscalizadores, la excesiva discrecionalidad de los funcionarios para abordar los casos de corrupción y el incumplimiento de la Ley de Acceso a la Información Pública. Todo eso, dijo Jarquín, evita que haya peso y contrapesos que son importantes en una democracia.
“La falta de transparencia en la rendición de cuentas y la nula actuación de la autoridad, como la Contraloría, de cumplir su función de fiscalizar por el buen uso de los fondos públicos, todo eso hace que los abusos se disparen”, expresó Jarquín.
El costo de la corrupción, según el excontralor, es lo que no ayuda al desarrollo del país porque incide en mayor pobreza.
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Nicaragua y México han sido en América Latina de los que más deterioro en el combate a la corrupción han tenido desde 2012, según Transparencia Internacional. Aunque el organismo internacional hizo una diferenciación entre México y Nicaragua, ya que el reciente Barómetro Global de la Corrupción- América Latina y el Caribe “destaca la compra de votos y otros problemas de corrupción en México”, se valora como positiva la “reciente reforma anticorrupción, junto a una nueva Fiscalía General, legalmente autónoma” en la nación azteca.
Pero los avances que están sucediendo en otros países latinoamericanos para enfrentar la corrupción en sus sistemas no son notados en Nicaragua, puesto que Transparencia Internacional advierte que puede empeorar debido a que es un país donde “el descontento social y las violaciones de los derechos humanos están en aumento”.
Otra gran debilidad es que “los servicios públicos y la toma de decisiones consultivas son muy escasas en el país, donde el régimen de Ortega y Murillo ha coartado las libertades fundamentales a los nicaragüenses.
En los últimos ocho años, solo 22 países mejoraron significativamente sus puntajes de IPC, incluidos Grecia, Guyana y Estonia. En el mismo período, 21 países disminuyeron significativamente sus puntajes, incluidos Canadá, Australia y Nicaragua. En los 137 países restantes, los niveles de corrupción muestran poco o ningún cambio.