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Este es el sobreprecio que esta semana paga en la compra de combustibles y que debería quedarse en su bolsillo pese a los alivios consecutivos

Esta semana los precios de las gasolinas bajaron por tercera ocasión y el diesel por segunda vez, luego de cuatro alzas seguidas en diciembre y principio de enero. Pero un analista revela que los precios que rigen esta semana deberían ser más bajos tomando en cuenta la variación en los mercados internacionales

Pese a que en las últimas semanas los precios de los combustibles han cedido en su racha alcista y han dado paso hasta tres  consecutivos, lo cierto es que los usuarios siguen pagando precios “inflados”, según estima el especialista en hidrocarburos César Arévalo, quien alerta que las distorsiones en el mercado se han agravado en los últimos dos meses.

“Las petroleras aumentaron sus márgenes sobre todo en diciembre y enero, que son de alto consumo”, explica el especialista, que indica que los sobreprecios en los combustibles han provocado que las petroleras se embolsen de más 2.6 millones de dólares pese a la sofocante crisis económica, que ha aumentado el desempleo y deteriorado el poder adquisitivo.

Según estimaciones de Arévalo, hasta la semana actual del 26 de enero y tomando en cuenta las variaciones internacionales y el promedio del año pasado de los carburantes, por cada galón de gasolina súper el consumidor está pagando de más 0.10 dólar (un poco más de tres córdobas) y 0.08 dólar en el caso de la regular.

Y en el diesel, al igual que la súper, hay un sobreprecio de 0.10 dólar por cada galón, dinero que ha ido a engrosar los márgenes de utilidades de las petroleras.

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De esta manera, según Arévalo, el sobreprecio promedio de venta de todos los combustibles pasó de 0.15 dólar por galón en el 2019 a 0.25 dólar en lo que va del año, “por incertidumbre las petroleras podrían ir ajustando los precios de ventas para compensar posible baja en el volumen de ventas o aumentos menores en los gastos (energía eléctrica de estaciones) ”.

El especialista explica que detrás de este sobreprecio promedio están 0.10 dólar en concepto de Albanisa, que es un margen que debería desaparecer tomando en cuenta que esta empresa salió del mercado desde que fue sancionada por Estados Unidos y por ende se puso fin al esquema del negocio petrolero con Venezuela y allegados la familia Ortega Murillo.

Arévalo indica que esta distorsión de ganancias “afecta a los demás sectores económicos del país porque los precios del combustible aumentan los costos de producción y distribución, reducen las utilidades y restan competitividad a las empresas, contribuye a la inflación de bienes, que sumado a los altos costos de energía eléctrica más con la reforma tributaria e INSS que, agravará la crisis económica, causará el cierre de más empresas aumentando el desempleo y afectará más el nivel de ingreso de los consumidores”.

Esta semana los precios de las gasolinas bajaron por tercera ocasión y el diesel por segunda vez, luego de cuatro alzas seguidas en diciembre y principio de enero.

Lo que cuestiona Arévalo es que cada vez que a nivel internacional los precios bajan, en Nicaragua estas reducciones no son proporcionales al comportamiento de los mercados internacionales.

Pero cuando los precios internacionales suben, en el mercado local se elevan en la misma proporción, lo que va mejorando las utilidades de las petroleras.

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De hecho, en Nicaragua este es un viejo cuestionamiento por el que hasta la fecha el Instituto Nicaragüense de Energía (INE), como ente regulador y llamado a velar por los intereses de los consumidores, no ha brindado una explicación.

Arévalo recuerda que el INE, mediante la Ley 742 y su reglamento, tiene la facultad para solicitar la información necesaria para revisar la fórmula de paridad, precios de referencia, cambios de la estructura de costos y que refleje los costos sean reales y publicar para que los consumidores e industria paguen precios competitivos y más aún con la deteriorada situación económica. Esto, sin embargo, no sucede.

Esfuerzo fallido

Cuando el mercado de los carburantes fue liberado, en el gobierno de Arnoldo Alemán, se hizo con la idea de que la libre competencia bajara los precios; sin embargo, eso no se ha logrado, situación que empeoró cuando la familia presidencial Ortega Murillo incursionó en el negocio y monopolizó el mercado de las importaciones de combustibles para generar ganancias privadas.

Toda esta situación ha ocasionado que Nicaragua tenga los mayores precios de ventas sin impuesto de Centroamérica y con altas diferencias de precios, indica el especialista.

Las petroleras han explicado en otras ocasiones que los precios de los combustibles en Nicaragua se deben a que es un mercado pequeño comparado con el resto de la región, lo que tiene un efecto en los costos.

Estructura del mercado

A la fecha DNP y Puma Energy controlan el mercado con una participación total de 68.8 por ciento, 1.1 por ciento mayor que 2018.

La líder de ventas totales (estaciones de servicios y clientes directos) es DNP, con una participación de mercado de 40.8 por ciento; le sigue Puma Energy con el 28 por ciento; UNO con el 21.4 por ciento y Uno Petróleos con el 9.8 por ciento.

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