De los más de 20 puentes peatonales que existen en la ciudad de Managua, dos tienen ascensores para la comodidad de las personas que utilizan estas estructuras al cruzar la vía de forma segura; pero ambos están sin funcionar y la municipalidad no muestra interés de activarlos en el corto plazo.
El primer ascensor colocado en un puente peatonal fue el de Rubenia, en junio de 2017. La inauguración estuvo a cargo de la alcaldesa Reyna Rueda -en ese entonces secretaria del Concejo Municipal-, quien contó con la presencia de las cámaras televisivas y fotográficas. Sonriente explicó que dos vigilantes se encargarían del funcionamiento. Los guardas están en el lugar, pero desde hace un año que no opera el ascensor.
Pobladores de la colonia 14 de Septiembre y Nicarao aseguraron a LA PRENSA que dejó de funcionar por falta de mantenimiento y que ya se le notificó a la Alcaldía, pero no llegan a repararlo. “Es importante que lo compongan porque son muchos los viejitos que lo utilizan”, indicó una ciudadana que prefirió omitir su nombre.
De acuerdo a información oficial, las obras para poner a funcionar el ascensor en Rubenia tuvo una inversión de 2.7 millones de córdobas. Más 11 millones de córdobas destinados para el puente que le es difícil utilizar a las personas de la tercera edad, al sumar más de 30 gradas para subir y otras más para bajar.
El segundo ascensor nunca funcionó
El otro puente peatonal con ascensor está ubicado en el centro histórico de Managua. Exactamente entre el Palacio de la Cultura y la parte norte del parque Luis Alfonso Velásquez Flores. Se colocó para que las personas que se movilizan por la avenida peatonal Augusto C. Sandino no tengan que cruzar los cuatro carriles de la Carretera Norte.
En tiempo récord se instaló el ascensor pero los ciudadanos que visitan esa zona de la capital nunca lo han podido usarlo. “Hasta hoy es un adorno del puente. No se le saca provecho”, criticó otro ciudadano al respecto.
Incentivo para utilizar el paso seguro
Pese al peligro que representa, los ciudadanos prefieren cruzar las vías capeando vehículos en vez de hacerlo por medio de los pasos aéreos seguros. La justificación es que es difícil subir y bajar todas las gradas y más para las embarazadas y personas de la tercera edad.
Ante esta situación es que la comuna capitalina invirtió en ascensores en Rubenia y el centro histórico, pero la ciudadanía no se beneficia debido a que ninguno funciona.
Urbanistas nicaragüenses anteriormente han explicado que si no se pueden mantener ascensores en los puentes, por la inversión que demandan los mismos, la construcción de rampas es una solución al tema de las gradas, pero que estas requieren de más espacio porque su inclinación debe ser leve. De lo contrario será un peligro utilizarlas.