Un sorpresivo repunte de los casos y muertes por coronavirus en China anunciado este jueves fue atribuido por la Organización Mundial de la Salud a una definición más amplia de la enfermedad en los pacientes con síntomas.
China reportó la implantación de una nueva metodología para clasificar a los enfermos en Hubei, la provincia del centro del país epicentro del brote en enero pasado.
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El gobierno chino anunció también la destitución del jefe del Partido Comunista en la ciudad Wuhan, la capital de Hubei, en medio de denuncias de que las autoridades locales no actuaron con rapidez para contener el virus cuando apareció en enero.
¿Qué es “una definición más amplia”?
Según la Comisión Nacional de Salud de China, la nueva metodología permite acelerar el proceso porque da a los médicos la potestad de diagnosticar la enfermedad con escáneres corporales computarizados sin esperar resultados de pruebas de laboratorio.
Esto permite ingresar lo más pronto posible a pacientes que parecen tener neumonía y recibir atención inmediata como casos confirmados, lo que en opinión de las autoridades deberá reducir la gravedad y la mortalidad.
Un portavoz de la OMS dijo que ese organismo está pidiendo a China más detalles sobre esta metodología.
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En Occidente y otras partes del mundo se ha desconfiado de las cifras de muertos e infecciones que reporta China diariamente, y algunos consideran que eran disminuidas.
Un repunte de los niveles de las emisiones de dióxido de azufre en Wuhan fue interpretado recientemente para sugerir que decenas de miles de cadáveres han sido cremados, cuando la cifra de muertos actualmente rodea los 1.400.
¿Cómo influyen en el exterior las cifras que reporta China?
Aunque la propagación de la infección al resto del mundo ha sido mínima con respecto a la gran epidemia en China, con apenas dos muertes y pocos cientos de casos en diversos países, las cifras que vienen de Wuhan y otras regiones chinas es lo único que tienen los científicos para estudiar el contagio y la propagación de la enfermedad.
El proceso de la epidemia de 138 casos del 1 al 31 de enero en Wuhan a más de 50.000 dos semanas después ha hecho sonar una alarma que no se puede ignorar.
Esa es la razón por la que la OMS advirtió que el coronavirus, ahora bautizado como CORVID-19, es una amenaza global sumamente grave.
El mundo debería “despabilarse y considerar a este virus como el enemigo público número uno”, dijo el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Una propagación mundial del virus similar a la de China causaría una pandemia global que afectaría todos los sectores, especialmente en los países con sistemas de salud menos avanzados, que no podrían contener la expansión fuera de sus fronteras.
Hasta ahora, el aislamiento casi total de China y las estrictas medidas impuestas por muchos países a los que viajeros que llegan de China, han mantenido a raya la propagación de CORVID-19, pero no hay nada garantizado hasta que los nuevos casos comiencen a disminuir significativamente.
¿Qué diferencia hay entre el CORVID-19 y un catarro común?
Muchos síntomas similares entre el coronavirus y la gripe dificultan el diagnóstico de la infección.
El coronavirus ataca principalmente las vías respiratorias. Los pacientes sufren de tos y dificultades para respirar, de ahí que la nueva metodología en China revisa primero los pulmones con la tomografía computarizada.
La gripe presenta otros síntomas, como dolores musculares y la garganta irritada.
La enfermedad no tiene una mortalidad muy alta, atendiendo a las cifras reportadas. La cifra de 1.400 muertos de 50.000 casos dan una tasa de mortalidad de 0,028%. La mayoría de los que han contraído el coronavirus experimentan sólo síntomas leves y se espera que la mayoría de los afectados se recupere totalmente.
También hay que tener en cuenta que las personas que sufren de otras enfermedades, como afecciones respiratorias, las que tienen sus defensas bajas y los ancianos, presentan una mayor debilidad para combatir el virus.
¿Entonces, cuál es el temor?
A pesar de la desconfianza en los reportes de China, tanto la OMS y los Centros de Control de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han elogiado los esfuerzos de Beijing para contener al CORVID-19.
Sin embargo, aún se desconoce mucho de la enfermedad y de las medidas que se deben tomar para evitar el contagio.
La OMS dice que el período de incubación, que es el tiempo antes de que los síntomas aparezcan, varía de dos a 10 días. Otros estudios han reflejado resultados diferentes.
Se estudia además si la principal fuente de propagación del coronavirus es la tos y los estornudos de una persona contagiada, e incluso tocar superficies que estén contaminadas por personas contagiadas.
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Tampoco hay muchos indicios de que usar una mascarilla, la protección más popular, sea realmente efectivo.
Los expertos dicen que la buena higiene, como lavarse regularmente las manos, especialmente antes de acercarlas a la boca, da mejores resultados.