La adolescente Diajaira Lacayo Wislow, de 15 años, resultó con una herida de arma de fuego en medio de la mandíbula, en la comunidad Santa Clara, territorio Wangki Twi Tasba Raya, en Waspam. Los comunitarios miskitos aseguran que los responsables del hecho son los colonos que asedian y amenazan a la comunidad, confirmó Lottie Cunningham, presidenta del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).
De acuerdo con Jhoswel Martínez, defensor de derechos humanos, la adolescente se bañaba con su familia en el río a eso de las 5:00 de la tarde de este domingo, cuando fueron sorprendidos por una ráfaga de disparos y enseguida huyeron, pero una bala alcanzó a la adolescente en la mandíbula, y supuestamente destruyó su dentadura. Cunningham expresó que la situación de salud de la menor es delicada y que fue trasladada a Waspam.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenó el ataque de los colonos contra la comunidad, e informó que los niños, mujeres y ancianos estaban resguardados en la iglesia del pueblo, mientras los hombres se quedaron. Asimismo urgió al Estado de Nicaragua a “proteger la vida e integridad de las personas que habitan en las comunidades indígenas asentadas en la Costa Caribe y de quienes por cuestión de seguridad decidieron alejarse de esas comunidades y desean regresar”, se lee en su cuenta oficial de Twitter.
🔴#CIDH condena ataque de colonos a comunidad indígena miskita de Wangky Twi Tasba Raya, en Waspam, Caribe Norte, #Nicaragua 🇳🇮. Según información recibida por #MESENI, una niña de la comunidad habría recibido una herida de bala en el rostro. Foto: @100noticiasni. Abrimos hilo 👇 pic.twitter.com/vLq6tizBfO
— CIDH – IACHR (@CIDH) February 17, 2020
Esta comunidad fue una de las beneficiadas con la ampliación de medidas provisionales por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), según la resolución publicada la semana pasada. Precisamente, el otorgamiento de esta protección se debe al agravamiento de la violencia en la zona.
Cunningham explicó que las medidas provisionales implican que las autoridades del Estado implementen acciones para reducir ese riesgo en el que viven las comunidades indígenas en el país, pero con esta situación —los ataques contra indígenas— se observa que hay una falta de voluntad política de parte del Estado para cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos.
Lo adecuado es que el Gobierno hubiese creado una instancia para solicitar a los beneficiarios de las medidas y a los representantes un diálogo para buscar una solución al problema; sin embargo el Estado “no abre la puerta para dialogar”, expresó Cunningham. Agregó que la Policía Orteguista visitó la semana pasada una comunidad vecina de Santa Clara, pese a que los que han demandado la protección son ellos mismos.
Sin embargo, los comunitarios perciben que cuando la Policía aparece, la violencia en vez de reducirse incrementa. Los indígenas consideran que las fuerzas de seguridad actúan de forma muy clientelar, como cómplices.
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La adolescente es otra víctima del conflicto de tierras que existe en el Caribe y que ha provocado muerte, secuestro, violaciones y poblaciones enteras bajo un estado de sitio, impuesto por los colonos que los amenazan de invadir sus tierras.