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CONTENIDO EXCLUSIVO.A finales del año pasado, JC Ramírez no pudo ocultar la angustia que le provocaba la falta de poder en sus envíos. La bola rápida, que era un signo de distinción entre su arsenal, repentinamente se había vuelto lenta.
De 97 millas promedio en 2016, había bajado a 95.5 en 2017 y posteriormente cayó a 93.3 en 2018, justo antes de verse afectado por la lesión en el codo que lo envió a una cirugía Tommy John.
Las dificultades se agravaron tras la operación, ya que al volver mantuvo promedio de 91.1 millas en su recta, el resultado más bajo desde sus inicios como lanzador cuando aún tiraba en el país.
Sin embargo, en la etapa más profunda de su preocupación, Ramírez cambió su actitud e hizo una lectura distinta a lo que pasaba. Vio que era capaz de sacar outs aún sin poder en sus envíos.
“Lo que me ocurrió en el 2019 para mí fue una lección. Vi que podía sacar outs aún sin lanzar a gran velocidad. Pude localizar los envíos, dominar a los bateadores y eso me alentó”, reveló JC.
Pareciera algo sencillo lo que le sucedió, pero no lo es. La transición de ser lanzador de poder a uno de habilidad toma tiempo y trabajo, pero además, Ramírez decidió no rendirse y siguió luchando.
El pitcher de potencia en sus disparos, tiene incluso el factor intimidación como un recurso, pero cuando la fortalece decrece, el control se vuelve esencial y JC no ha sido gran tirador de strikes.
Aún así regresó en el 2019 y en ocho innings lanzó para 4.50, efectividad que se elevó por una mala salida luego de cuatro buenas. Tiró más strikes y dominó sin ponchar y solo dio una base por bolas.
La buena noticia es que en la prueba que le hicieron los Angelinos, volvió a mostrar poder. Lanzó a 94 y 95 millas de forma consistente, y ahora con una puntería mejor en relación a sus antecedentes.
No sabemos cuál será la próxima parada para Ramírez. Podría iniciar en el equipo grande o en las Menores, pero donde sea que lo haga, seguro va a mostrarse como un tirador poder y control.
Los Angelinos, quienes han reforzado su bateo con Anthony Rendon y Joc Pederson, aún tienen la mejoría de su staff de lanzadores como una asignatura pendiente y eso favorece al pinolero.
A pesar de las llegadas de Matt Andriese, Julio Teherán, Dylan Bundy y Mike Myers, los Angelinos levantan muchas dudas con su pitcheo, por lo que Ramírez podría disponer de oportunidades.
Sin embargo, lo más importante será su salud y el nivel de dominio que consiga en este regreso a los Ángeles, de donde nunca se fue en realidad.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR