La rebelión cívica de abril manifestó la voluntad de la mayoría de los nicaragüenses de liberarnos de la dictadura de los Ortega y conquistar la democracia. Pero también fue un grito, teñido con el sacrificio de centenares de asesinados, miles de presos y decenas de miles de exiliados, exigiendo que en Nicaragua nunca más haya dictaduras.
Hay plena conciencia en la población, que nuestro país necesita romper el círculo de dictaduras, guerras civiles y revoluciones, que solo ha dejado la marca de corrupción, pobreza y el ejercicio represivo del poder. Ha sido un funesto camino de idas y vueltas.
Con la certeza que la democracia será conquistada, y pronto, debemos plantear desde ya las condiciones mínimas para que su conquista sea irreversible. Que se conozca la verdad y que haya justicia, es indispensable para construir la democracia. Que no haya impunidad es imprescindible para empezar a sanar las heridas en una sociedad lastimada.
En noviembre del 2017, en su VIII Convención, el partido MRS incorporó en su programa dos planteamientos en esa dirección.
El compromiso del MRS plantea que acabar con la corrupción y la impunidad es una prioridad y que para ello se requerirá conformar una Comisión Contra la Corrupción y la Impunidad, que contribuya al esclarecimiento de todos los actos así señalados y a la definición de normas que la prevengan y la sancionen, liquidando la impunidad.
Pero además el MRS considera indispensable la creación de una Comisión de la Verdad, que esclarezca las violaciones de derechos humanos y los crímenes políticos sucedidos desde mediados del siglo XX a la fecha. La imparcialidad y justeza de esa Comisión deberá ser asegurada con la participación de la ONU. La suscripción del Estatuto de Roma por parte del Estado de Nicaragua, contribuirá a ese objetivo.
Los culpables, indistintamente del cargo que ocupen o hayan ocupado, y del partido al que pertenezcan, deberán ser enjuiciados. Solo de esa manera podremos avanzar para que en Nicaragua nunca más exista dictadura alguna.
El MRS fue fundado con un compromiso democrático inequívoco y es sostenido con renovado entusiasmo por todas las generaciones que confluyen en él.
Ojalá estas propuestas sean recogidas, e incluso perfeccionadas, por otros partidos o movimientos sociales.
El autor es miembro de la Junta Directiva Nacional del partido MRS