La elección más importante para nosotros este año es la de Estados Unidos por el peso que ese país representa para Mesoamérica. Pero hay otra elección a que también debemos de darle seguimiento: la del próximo secretario general de la OEA el 30 de marzo.
Hay tres candidatos. El que más conocemos es el actual secretario general Luis Almagro, quien busca la reelección. Él recibió un espaldarazo de EE.UU. en un reciente discurso del secretario de Estado Mike Pompeo.
También cuenta con el respaldo de Colombia y de Ecuador y probablemente será apoyado por Brasil y los nuevos gobiernos de Bolivia y Uruguay.
Curiosamente, también cuenta con el voto de Venezuela cuya silla en la OEA la ocupa un representante de Juan Guaidó.
A pesar de que Ecuador respalda a Almagro, una excanciller ecuatoriana se ha postulado para el cargo. Me refiero a María Fernanda Espinosa, una experimentada diplomática que fue la primera mujer latinoamericana en presidir la Asamblea General de Naciones Unidas. Espinosa fungió como canciller durante el actual gobierno ecuatoriano y del gobierno izquierdista de Correa y está casada con un nicaragüense, Eduardo Manga. Su barra incluye a Nicaragua y las islitas anglófonas del Caribe alineadas con lo que queda del Alba. En total son 15, pero está por verse cuántas votarán por Espinosa, después de la reciente reunión de estas con Pompeo en Jamaica.
El tercer candidato tiene un buen pedigrí diplomático al igual que Almagro y Espinosa. Es el embajador del Perú en Washington, Hugo de Zela. En su larga trayectoria ha fungido como representante permanente de su país en la OEA y como jefe de gabinete de la secretaría de la OEA. O sea que tiene muchas horas de vuelo en esa organización. También ha sido coordinador del Grupo de Lima compuesto por países latinoamericanos que han tratado de promover el rescate de la democracia representativa en Nicaragua y Venezuela.
La elección se perfila como reñida. Según entendidos en la política bizantina de la OEA, los candidatos más fuertes inicialmente eran Almagro y Espinosa. Pero se especula que estos no reunirán los 18 votos necesarios para ganar. En este escenario, de Zela podría ganar como una suerte de candidato de consenso. Canadá ya le dio su apoyo y México también parece inclinarse por él. ¿Quién nos conviene a nosotros? Depende donde te ubicás en el espectro político criollo. Claramente Espinosa es la preferida de El Carmen. Y supongo que Almagro será el favorito de la Alianza Cívica y la UNAB. Pero la virtud de Zela es que conoce nuestra realidad y a la OEA. Y que debería de ser potable para ambos bandos. En cualquier caso, Ortega obviamente esperará hasta que se conozca quien sale electo antes de decidir si incorporar o no a la OEA en las reformas electorales nuestras.