Los robos frecuentes de vehículos no es una realidad particular de lo que pasa en el país, es un retrato que muestra el comportamiento del resto de de delitos, explica la experta en seguridad, Elvira Cuadra, quien además asegura que la delincuencia en general y criminalidad común han aumentado en número y también en el nivel de riesgo que representa para las personas.
Para Cuadra “las condiciones de seguridad en Nicaragua cambiaron drásticamente desde abril de 2018. La violencia estatal que es esencialmente política, ha tenido un efecto nocivo sobre otras formas de violencia” y señala a la Policía Orteguista de no controlarlo, al dedicar más recursos humanos y materiales a la represión contra los manifestantes azul y blanco.
A esto le agrega que muchos delincuentes se sienten alentados por la impunidad que gozan los grupos parapoliciales, por lo que recomienda reformar la Policía con el fin de que cumpla con sus funciones como la prevención de la delincuencia y criminalidad.
“Es un proceso necesario e ineludible para Nicaragua. No hay ruta específica definida para la reforma, pero uno de los primeros pasos consistiría en la depuración de la institución para identificar a aquellos oficiales responsables de los crímenes de lesa humanidad y los que no tienen responsabilidades”, indica.
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Desde el primer día de la crisis que estalló en abril de 2018 agentes policiales reprimieron a la población cuando salió a protestar a las calles. También han sido señalados de participar en ataques a tranques y marchas como la del 30 de mayo de 2018.