Este martes 25 de febrero, cuando se cumplirán 30 años de la derrota del régimen sandinista por medio del voto popular y se anunciará la conformación oficial de la opositora Coalición Nacional, los diputados orteguistas de la Asamblea Nacional sesionarán en el barrio Monimbó, en la ciudad de Masaya, uno de los bastiones símbolos de la resistencia ciudadana contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La sesión legislativa en Monimbó estaba prevista para el miércoles 26 de febrero, según anunció la semana pasada la vicepresidenta designada, Rosario Murillo. Sin embargo la junta directiva de la Asamblea Nacional, que es controlada por diputados orteguistas, cambió para mañana 25 de febrero la plenaria donde aprobarán el decreto que declara Día Nacional de las Artes y la Cultura Popular, que se les ocurrió a dictadores Ortega y Murillo.
El opositor Eliseo Nuñez y el diputado liberal Jimmy Blandón consideraron una provocación que la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) insista en montar un show partidario para dar la apariencia de que el régimen ha logrado retomar la confianza de los masayas, en especial de Monimbó, cuando la realidad, según los opositores, es que la población los rechaza por la masacre contra las manifestaciones de la Policía y grupos armados de la dictadura.
“La actividad será en Los Sabogales, en la entrada a Monimbó y se citó a las 4:00 de la tarde”, dijo Blandón, jefe de la bancada del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), cuyos 14 diputados no participarán.
PLC no asistirá
“No vamos a ir a esa sesión como tampoco lo hicimos a la de Niquinohomo. Primero, porque son actos partidarios de ellos (FSLN), y lo más importante, es que no nos vamos a prestar a esa provocación contra las familias de las víctimas y de todo ese pueblo que sigue sufriendo la represión”, afirmó Blandón.
El régimen dispuso realizar un festival de dulces, bailes, marimbas, máscaras, una pasarela de trajes folclóricos y el tradicional Torovenado de Moninbó como actividad paralela a la sesión de los parlamentarios.
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El pasado 21 de febrero la bancada del FSLN se trasladó al municipio de Niquinohomo para conmemorar el 86 aniversario del asesinato de Augusto C. Sandino por parte de la dictadura somocista. La bancada del PLC no asistió a ese evento, pero sí lo hicieron los de la bancada PLI y ALN, según las publicaciones de medios de propaganda de la dictadura.
En Masaya al menos 35 personas fueron asesinadas durante la jornada sangrienta del régimen contra las protestas ciudadanas en 2018. Más de doscientas fueron heridas de bala, trescientas detenidas y golpeadas y al menos cinco mil personas se exiliaron, según estimaciones de organismos de derechos humanos. Los secuestros, las amenazas y el asedio son permanentes en Masaya casi dos años después del estallido de la crisis sociopolítica.
Ambos municipios, como el resto de Masaya, permanecen militarizados por antimotines, civiles armados leales a la dictadura para impedir que el pueblo se vuelva a levantar como lo hicieron durante los meses más duros de las protestas sociales que iniciaron en abril del 2018.
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“La sesión en Monimbó simplemente es una provocación, para decir que la ciudadanía ya está con Ortega, pero a Masaya no la va a recuperar jamás. Los masayas los desprecia y rechaza”, aseguró el activista político opositor Eliseo Núñez, quien ha sido víctima de ataques y amenazas de civiles armadas por el régimen.
Golpes duros contra la oposición
“Ortega está preparando duros golpes a la oposición en las siguientes horas. Sabe que el equilibrio interno se le puede ir de las manos, lo que sumamos su aislamiento internacional, las crisis económicas cada vez más graves en Cuba y Venezuela, le complican a Ortega poder conseguir detener a los nicaragüenses”, afirmó Núñez.
A pesar de la estrategia del régimen por impedir la cohesión de los sectores opositores la mayoría ha logrado superar sus diferencias y conformarían una Coalición Nacional para enfrentar al Ortega en las eventuales elecciones nacionales del 2021.
Núñez dijo que al complicarse el escenario Ortega “se prepara a un escenario adverso a través de su juego sucio con más presos políticos”, así como anunciando reformas electorales y tributarias en las próximas semanas.