Después de casi once meses de estar en reparación, el ferri El Rey del Cocibolca I vuelve a navegar las aguas del gran lago de Nicaragua con su ruta habitual, del puerto de San Jorge al de Altagracia, en la isla de Ometepe, pero ahora con tres vueltas por día.
Solo la subida del barco a dique, en el astillero El Diamante, ubicado en Granada, tuvo un costo aproximado de cinco millones de córdobas y las obras de restauración de la nave, una inversión superior a los 23 millones de córdobas, donde se reparó todo el casco, parte interna y sistema eléctrico, se aplicó pintura y se reconstruyeron los motores.
En septiembre de 2017 LA PRENSA reveló un informe de inspección técnica, realizado por una comisión interinstitucional, donde se señalaban daños severos que presentaba el ferri y ponía en peligro a los pasajeros y carga transportada.
Pese a presentarse pruebas y enumerar todas las filtraciones de agua y fugas de aceite que tenía la embarcación, constatadas por la citada comisión, la Alcaldía de Altagracia, dueña de la misma, lo ignoró y no suspendió sus salidas diarias que en ese entonces era de dos vueltas. Fue hasta marzo de 2019, que se sacó de las aguas del Cocibolca para ser llevado al astillero de Granada.
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El informe fue remitido a la Dirección de Transporte Acuático (DGTA) del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), institución que lo guardó y no exigió con insistencia su cumplimiento.
Es importante cuidar el peso
Aunque a El Rey del Cocibolca I se le reparó todas las averías y los motores cuentan con mayor capacidad para navegar, fuentes anónimas que laboran en la Empresa Portuaria Nacional (EPN) explicaron a este medio de comunicación, que es importante no someterlo a sobrepeso y recordaron que en ese informe de la comisión interinstitucional se recomendó colocar básculas para pesar los vehículos, principalmente los camiones.