Un día después que el régimen de Daniel Ortega enviara turbas a la Catedral de Managua con el propósito de profanar la misa de cuerpo presente del sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, el senador mexicano del partido Morena, Germán Martínez Cázares, envió una carta a Ortega donde repudia con contundencia lo ocurrido, y donde lo tilda de dictador.
En la misiva, con fecha de 4 de marzo y que contiene el sello de recibido por la embajada de Nicaragua en la Ciudad de México a las 1:50 p.m., Martínez Cázares, del partido del mandatario Andrés Manuel López Obrador, cataloga de inhumano y vejatorio lo hecho por los seguidores de Ortega, además de señalar que a él “obedecen esas turbas. Son sus rebaños cobardes que nunca tuvieron una palabra, razón, ideal o sueño a la altura del poeta al que tanto temen”, refiriéndose en este último punto a Cardenal, quien falleció a los 95 años de edad.
Cardenal murió el pasado domingo 1 de marzo. La noticia, conocida por la tarde, dio la vuelta al mundo y provocó reacciones de diferentes personalidades como escritores, políticos, músicos y el mismo régimen, que lo persiguió en los últimos años de su vida, incluso decretó tres días de duelo nacional.
El irrespeto a la memoria de Cardenal no empezó en la misa de cuerpo presente en la Catedral, aunque sí fue la mayor porque un día antes, el lunes 2 de marzo, varias patrullas policiales asediaron su velorio, realizado en una funeraria privada, ubicada en una zona céntrica de la capital nicaragüense.
Insignificancia histórica del orteguismo
En la parte final de la misiva, el senador Martínez Cázares expresa que pese a la profanación de la memoria de este hombre universal, en su palabra y espiritualidad, “la batalla ya la ganó Cardenal, trascendió y su voz es patrimonio universal”. También, en el último párrafo, el senador asegura que “solo faltará ver en la adolorida Nicaragua, cómo sale del poder político la insignificancia histórica del orteguismo por la pequeñez de su odio”.
